OTTAWA, 10 junio.— El arresto de un hombre elevó hoy a 29 los
canadienses detenidos por protestar contra la avaricia corporativa
en la ciudad de Montreal, donde reforzaron la seguridad ante el
anuncio de manifestaciones en las próximas horas.
La policía mantiene bajo investigación al individuo de 40 años de
edad, acusado de lanzar una falsa alarma de bomba en la línea del
metro que presta servicio a los asistentes a las carreras del Gran
Premio de Fórmula 1, considerado el mayor evento turístico del país.
El aviso provocó pánico en la población e interrumpió el tráfico
ferroviario durante varios minutos.
Según la prensa local, las autoridades vincularon el incidente
con las protestas iniciadas anoche contra el capitalismo, los abusos
de las empresas corporativas y el torneo automovilístico, al cual
consideran un evento elitista.
Al menos 500 personas marcharon por la ciudad de forma pacífica
con cacerolas y sartenes, pero la policía les cortó el paso y los
reprimió con gases lacrimógenos cuando intentaron acercarse a la
calle donde están ubicados los stands de la carrera deportiva.
Los agentes arrestaron a 28 ciudadanos y temen que radicalicen
las manifestaciones con el movimiento estudiantil contra una ley que
prohíbe toda conglomeración cerca de las universidades.
Esa normativa fue aprobada el 18 de mayo pasado en un intento por
frenar las protestas de los jóvenes al aumento de las matrículas en
los centros de educación superior.
Los escolares mantienen desde el 13 de febrero un paro, opuestos
al incremento de mil 778 dólares en el precio de las colegiaturas
universitarias en los próximos siete años, decisión del gabinete de
Jean Charest.
Durante las conversaciones de la semana pasada, los estudiantes
propusieron congelar los aumentos durante dos años, y reducir el
monto de las matrículas hasta mil 370 dólares, repartidos en el
siguiente lustro.
El gobierno ofreció recortar solo 35 dólares por año para dejar
el coste adicional para acceder a las casas de altos estudios en mil
533 dólares.
Los universitarios desestimaron esta oferta por considerarla un
insulto, lo cual mantiene el diálogo estancado.