"A
entrenador nuevo, victoria segura", reza un adagio del fútbol que no
se cumplió la víspera en el estreno oficial del granmense Alexander
González al frente de la selección cubana. En el capitalino estadio
Pedro Marrero cayó 0-1 ante Canadá en las eliminatorias mundialistas
de la CONCACAF rumbo a Brasil’14 y de paso exhibió sobre el tapete
sus habituales carencias.
El equipo —de sobra es sabido— corre, toca, pisa el área
contraria y genera ocasiones; pero no tiene gol y eso es un hecho.
De ahí que en sus últimos 15 partidos —entre amistosos y oficiales—,
apenas ha convertido ocho tantos. Si a eso se suman no pocos "tics"
defensivos que facilitan notablemente la tarea a los delanteros
rivales, entonces no es de extrañar que la derrota sea casi segura.
Y bien costosa fue la que le infligió Canadá, por tratarse del
rival teóricamente menos complicado dentro del grupo C, que también
comparten Panamá y Honduras. Al minuto 55, el ariete Olivier Occean
anotó de cabeza, cuando mejor jugaban los cubanos, y aunque el
arquero norteño Lars Hirschfeld resultó expulsado al 64 por atrapar
de manera infantil el balón con las manos fuera del área grande, los
nuestros ya no se repusieron del mazazo. ¿La moraleja? Queda mucho
trabajo por hacer. Y el próximo martes frente a Panamá, en la
capital istmeña, será el siguiente examen.