CÁRDENAS.— Un tramo de 29 kilómetros del oleoducto
Cárdenas-Matanzas se somete a reparación con el propósito de evitar
las continuas averías y garantizar las operaciones de trasiego del
crudo y sus derivados de forma segura y confiable.
Al calcular la importancia de la obra, expertos consideran que se
trata de una acción imprescindible para recapitalizar la industria
petrolera.
El importante conducto está instalado bajo tierra a una
profundidad de 1,6 metros como promedio y no ha cesado sus funciones
pese a las labores de rehabilitación.
De acuerdo con la información ofrecida por Yuniel Martínez, jefe
del grupo de supervisión de reparaciones capitales de la Empresa de
Perforación y Extracción de Petróleo del Centro (EPEP-C), los
trabajos de correcciones incluyen la ejecución de la traza,
soldadura lineal y radiográfica, así como pruebas de resistencia,
hermeticidad y tapado, entre otras.
La inversión, que acometen fuerzas del sector, debe concluir a
mediados de junio, de acuerdo con lo informado.
Con la puesta en marcha del oleoducto Cárdenas-Matanzas se
eliminó el cabotaje de crudo desde la bahía de Cárdenas hacia la
ciudad, disminuyeron las pérdidas ocasionadas por las incidencias
del estado del tiempo, se redujeron los costos de trasiego y es casi
nulo el riesgo de contaminación por derrame en la zona.