Fuerzas policiales de Irak continuaban este viernes en máxima
alerta en la provincia noreste de Diyala, luego de dos atentados con
bombas que anoche provocaron al menos 10 muertos y 18 heridos,
además de daños materiales significativos.
Comandos de agentes de seguridad patrullaban o estaban
desplegados al amanecer de este viernes en una aldea habitada
mayoritariamente por musulmanes sunnitas en inmediaciones de la
ciudad de Baaquba, unos 65 kilómetros al nororiente de Bagdad,
reporta Prensa Latina.
Un portavoz de la unidad de operaciones de Diyala declaró al
canal gubernamental Al-Iraqiya que el primer ataque lo perpetró un
suicida que conducía un carro bomba y lo hizo explotar a una hora en
que numerosas personas frecuentaban una cafetería.
En ese primer atentado perdieron la vida 10 iraquíes y 15
sufrieron lesiones, precisó la fuente, para luego añadir que otro
artefacto colocado dentro de la cafetería provocó lesiones a seis
personas más.
Los ataques en la norteña demarcación ocurrieron después de que
cinco civiles fallecieran y otros 27 sufrieran heridas el mismo
jueves a causa de la detonación de un coche bomba y de otra carga
explosiva.
Diyala es una región agrícola fértil tristemente conocida durante
los casi nueve años de ocupación militar de Estados Unidos en Irak
(2003-2011) por las frecuentes tensiones e incidentes sectarios
entre sus habitantes musulmanes sunnitas (mayoría), chiitas y
kurdos.
Comentaristas locales asociaron los últimos hechos violentos al
clima de confrontación política entre los tres principales grupos
étnicos de Irak dentro de la coalición de gobierno.
El Ejecutivo, encabezado por el primer ministro chiita Nouri Al-Maliki,
es acusado por la oposición sunnita de maniobrar para quitarle las
escasas cuotas de participación política y de presionar a la
justicia para que ordenara arrestar al vicepresidente Tareq Al-Hashemi.
Al-Hashemi, de la alianza opositora Al-Iraqiya, está refugiado en
el Kurdistán y prófugo de la justicia que pretende juzgarlo por
supuestamente financiar y ordenar a escuadrones de la muerte atentar
contra políticos, jueces y funcionarios chiitas entre 2005 y 2011.
El pasado jueves, una serie de 20 atentados en distintas ciudades
y aldeas iraquíes se saldó con al menos 36 muertos y unos 150
heridos, según las autoridades.