El ministro francés del Interior, Claude Guéant, defendió esa
postura durante una reunión en esta capital con sus homólogos de la
Unión Europea (UE). "Hay 400 mil entradas irregulares cada año en el
territorio Schengen", dijo el titular en referencia al tratado que
permite la libre circulación entre 26 naciones de la región.
Las declaraciones de Guéant siguen a las del presidente francés
Nicolás Sarkozy, quien durante su campaña con vistas a la reelección
amenazó con retirar al país de ese convenio.
La propuesta francesa ha despertado reservas en varios países del
bloque por la posibilidad de que el mandatario utilice esta demanda
para captar el voto de la extrema derecha en la segunda vuelta de
las elecciones francesas, el próximo 6 de mayo.
"Las agendas electorales parecen más importantes que el fondo de
los asuntos que existen desde hace tiempo", dijo la ministra belga
del Interior, Joelle Milquet.
El foco principal de atención en este tema son las fronteras sur
y este de Europa, calificadas por Guéant como un "coladero de
inmigrantes".
En medio de la profunda crisis económica que afecta a los países
de la UE, la inmigración es considerada cada vez más como un
problema que los Estados deben combatir. Durante los últimos años se
han ido eliminando las medidas de protección y asistencia a estas
personas y ha aumentado el número de deportaciones.