CIENFUEGOS.—
Luego de ser objeto de varias acciones en función de fortalecer los
procesos productivos de sus instalaciones, la calera Pepito Tey, de
Cienfuegos, suministra dicho material a todos los ingenios de la
región occidental y central.
Este centro fue erigido en la década de los 80, en las cercanías
del central Pepito Tey, pues las reservas de caliza existentes en la
zona y su proximidad al ingenio, propiciaron la utilización
histórica en el central del hidrato de cal, destinado a clarificar
el guarapo en la fabricación de azúcar durante las zafras.
Pero la obsolescencia y sobreexplotación de su equipamiento la
condujeron a arribar al siglo XXI con índices de consumo eléctrico y
de combustible excesivamente altos.
Por la importancia de su objeto social, la planta fue centro de
un proceso gradual de eliminación de sus insuficiencias técnicas, en
cuya faena fueron protagonistas los miembros de la Asociación
Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) del sitio.
En estos momentos figura entre los dos mejores centros de su tipo
en Cuba, dentro del Sistema de la Empresa de Servicios Técnicos e
Industriales (SETI) del sector azucarero, expresó a la prensa el
ingeniero Omar Valido Morfa, tecnólogo principal del centro.
De la entidad, distinguida con la condición de Vanguardia
Nacional, salen, como promedio, unas 1 500 toneladas de cal, y han
logrado disminuir en más de 12 kilowatts y en 55 litros de fuel-oil
el gasto por tonelada.
Añadió que "los aportes al proceso productivo están asociados
también a la disminución de la granulometría del rajoncillo de la
piedra caliza (entre 40 y 60 milímetros) y al montaje de
ventiladores de tiro inducido para la extracción de gases en los
hornos". Además, modificaron el molino de cal viva y sustituyeron
los levadores por otros neumáticos de mayor eficiencia.
La calera deriva, además, subproductos útiles para la
construcción, a la manera de granito y polvo de piedra.