El reordenamiento laboral tiene que ser un proceso con vida

IVETTE FERNÁNDEZ SOSA

El reordenamiento laboral, como parte de la actualización del modelo económico cubano, está llamado a cumplir un papel preponderante en el incremento de la producción y los servicios. Según queda expresado en el Lineamiento 7 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, el país debe encaminarse hacia el logro de un sistema empresarial constituido por entidades eficientes, bien organizadas y eficaces. Pero para alcanzar la necesitada eficiencia, deben sumarse varios factores de tipo organizativo.

Foto: Yander Zamora Un elemento que hay que evitar es el pago sin respaldo productivo, dice Mateu.

Carlos Mateu Pereira, viceministro de Trabajo y Seguridad Social, conversa con Granma sobre algunas de las medidas que se toman para lograr este propósito, y las dificultades que atentan contra él.

En opinión del funcionario, la aprobación por parte de las entidades de su plantilla de cargos es una de las medidas que —de emplearse bien— contribuiría al incremento de la eficiencia empresarial.

"Actualmente se encuentra vigente la Resolución 36 del 2010 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, que establece la aprobación de estas plantillas de cargo. Esto tiene como objetivo que se confeccione una estructura consecuente con los niveles productivos propuestos por el plan de cada centro. Claro, se debe tener en cuenta el objeto social de la entidad, a partir del cual se deciden las funciones, y se confecciona una plataforma organizativa. Entonces se define la plantilla de cargos, donde cada persona debe tener contenido de trabajo para ocho horas, y un desempeño que se corresponda con la función relatada en la estructura de la empresa."

Más allá de la implementación de estas plantillas, ¿están conscientes trabajadores y directivos de qué significa elevar la productividad?, indaga Granma.

"El concepto productividad hay que llevarlo a algo que resulte tangible y que su sistema de pago esté en función de eso.

"A veces afecta que el sistema de pago se aplica sobre indicadores generales y en él no se precisa bien cuál es la actividad concreta que se realiza, la medición de la estimulación y aplicación por resultados."

Pero si aún persisten problemas en la definición de las normas o índices por actividad, ¿eso no distorsiona la aplicación del sistema de pagos por resultado?

"Puede ser que esta situación ocurra en algunas entidades. En una etapa determinada se utilizaba un sistema que era ingreso menos gasto, que se encontraba muy influenciado por los precios. En la agricultura, por ejemplo, se decidió cambiar y pagar por la producción física. Fue un cambio positivo. En la construcción se está aplicando el destajo por los metros de pared que se levantan o los metros de piso que se hacen.

"Los sistemas de pago han tenido buenos resultados en la mayoría de las organizaciones. No obstante, su diseño debe perfeccionarse aún más y velar por que se apliquen indicadores que se ajusten al tipo de actividad específica que hacen los trabajadores."

PLANIFICAR BIEN, IDENTIFICAR MEJOR

Aunque corregir algunos factores vinculados con la organización interna de cada centro laboral contribuiría a hacer más eficiente la gestión empresarial, otros aspectos, sobre todo los relacionados con deficiencias en la planificación y la identificación de potencialidades productivas, impiden obtener buenos resultados.

¿Qué medidas se toman para mejorar estos aspectos?

"El proceso de planificación se ha ido perfeccionando. Durante el 2011 hubo problemas con organizaciones que en un trimestre, o un semestre, habían cumplido su plan de utilidades para el año.

"El Ministerio de Economía y Planificación desarrolló una serie de seminarios con los Organismos de la Administración Central del Estado y el sistema empresarial divididos por sectores para profundizar en este tema. La planificación se hace cada vez más con elementos certeros. Se ha insistido mucho en algo que durante años ha sido un cáncer para todo este proceso: la deficiente conciliación entre proveedores, suministradores, productores¼ Los empresarios tienen que aprender a planificar con mayor previsión a los efectos de cumplir sus compromisos a partir de sus capacidades."

¿Cómo se pueden identificar acertadamente las potencialidades de cada centro laboral?

"Dondequiera que no se haya terminado el proceso de reordenamiento hay reservas. Incluso, donde ya se terminó, puede que existan reservas de otros tipos como el ahorro de electricidad, agua, teléfono, combustible... o el buen uso de la materia prima.

"El reordenamiento laboral tiene que ser un proceso con vida. Cada año, durante el diseño de la plantilla, se tiene que partir del nivel de actividad de ese periodo. Hay muchas organizaciones que hoy día tienen que ver su funcionamiento mes a mes.

"Asimismo, la diferenciación y separación que se haga del aspecto empresarial del estatal es clave también para que nuestros empresarios sean más eficientes.

"Otro elemento es que se debe explotar más el compromiso de los trabajadores. No es posible que las entidades se dirijan con reuniones donde el jefe les informe a los trabajadores, eso es participar, pero se logra compromiso cuando ellos aportan, intercambian."

¿Qué otros aspectos atentan hoy contra el aumento de la productividad?

"El pago sin respaldo productivo. Al cierre del 2011, de las más de 3 000 empresas existentes, hubo 561 que gastaron más en salario por peso de valor agregado y estamos hablando de un gasto de 326 millones de pesos. Mientras tengamos esta situación habrá problemas. Hay que lograr evaluar mes a mes, semana a semana, los indicadores económicos de la organización.

"Hay que incorporar más indicadores de gestión, es decir, realizar estudios que permitan anticipar una situación desfavorable y tomar medidas para amortiguarlas. Se trata de no ver el incremento de la productividad como algo aislado sino como algo multifactorial y en el que deben participar todos."

Aunque en comparación con el año precedente, en el 2011 se lograron índices económicamente superiores en el país, es evidente que falta aún mucho por hacer. Si el reordenamiento laboral no se acompaña con una acertada organización del trabajo, válido será el intento, pero insuficiente.

 

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