Durante su participación en el foro Balance Legislativo en
materia de Derechos Humanos y Migración. Avances y Retos, Farah
afirmó que ser emigrante es sinónimo de presa, no solo para los
criminales sino también para autoridades que abusan de ellos o que
están vinculadas con la delincuencia.
Al criticar la falta de voluntad política al respecto, señaló que
no hemos visto en la agenda de los partidos políticos un espacio
para defender a esas personas, que son víctimas de secuestros y
violaciones tanto en México como en Estados Unidos.
El experto puntualizó además que en el 2004 murieron 134
migrantes mexicanos en la zona fronteriza sur de Estados Unidos,
cifra que creció en los años siguientes hasta alcanzar un promedio
de más de 400 por cada año, informó Telesur.
Por su parte, el vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado
de la República, Silvano Aureoles, insistió en la urgencia de que el
Gobierno avance en la consolidación de una política migratoria, cita
por su parte Azteca noticias.
Esa resolución, prosiguió el legislador, permitirá garantizar el
respeto a los derechos humanos de ellos.
El obispo de Saltillo (sudeste), Raúl Vera, dijo que cada seis
meses el crimen organizado obtiene al menos 25 millones de dólares
como producto de las extorsiones a mexicanos y extranjeros que
tratan de cruzar la frontera estadounidense.
En el foro que sesionó en esta capital, organizado por el Senado,
participaron representantes de las organizaciones de Derechos
Humanos, de asociaciones sociales y de emigrantes, así como
legisladores, entre otros.