trata
de Heidi Hankins, una niña de 4 años de edad con un coeficiente
intelectual de 159, apenas un número menos que el de los científicos
Albert Einstein o Stephen Hawking.
A los 2 años, Heidi ya sabía leer sin que nadie la hubiese
enseñado. También podía contar hasta el número 40.
Al observar estas capacidades, sus padres notaron que se trataba
de una niña con una inteligencia inusual.
Así lo cuenta su padre Matthew Hankins: "Comenzó a realizar
intentos para hablar desde el mismo minuto en que nació, aunque
obviamente no podía verbalizar nada".
"Cuando empezó a hablar, antes de cumplir un año, utilizaba
oraciones completas", dice.
"Una vez la pusimos frente a la computadora portátil a mirar el
canal CBeebies —dirigido a niños menores de 6 años— y minutos
después la encontramos navegando a través de la página web. Primero
hacía clic en las fotografías que le gustaban, pero luego entendimos
que había aprendido a leer el texto y seguir instrucciones".
Según Hankins, cuando Heidi cumplió los dos años, ya era capaz de
leer libros escolares. También sabía sumar y restar.
El presidente ejecutivo de la organización Mensa en el Reino
Unido, John Stevenage, cree que los padres de Heidi "identificaron
correctamente su gran potencial".
Stevenage asegura que la asociación, fundada en Inglaterra en
1946, busca proporcionar un ambiente positivo para el desarrollo de
sus miembros más jóvenes. Para los niños superdotados, a veces es
difícil encontrar un lugar en el que se sientan cómodos.
Muchos de ellos prefieren rodearse de gente mayor, que de niños
de su edad.
Para Heidi, eso no ha sido un problema. Hasta ahora ha
interactuado bien en su guardería y está ansiosa por acompañar a sus
compañeros que ya están en el colegio.
"Tenemos que encontrar la manera de mantenerla motivada, porque
sabemos que será extremadamente básico. Le enseñarán a colorear,
mientras ella ya será de capaz de leer libros diseñados para niños
de 8 años."
Según Mensa, los signos de un niño superdotado incluyen una
memoria poco común, aprender a leer a temprana edad, intolerancia a
otros niños y la conciencia de los acontecimientos mundiales.
También hacen preguntas todo el tiempo.
En el 2009, Oscar Wrigley, de 2 años y medio de edad, se
convirtió en el miembro más joven en unirse a la asociación con un
CI de 160.
El CI de un adulto promedio es 100.