Por un mes, el encuentro bienal reunió en esta última urbe a
importantes artistas de la plástica de la Isla y un grupo de
auxiliares técnicos, con el fin de ofrecer, con la realización y
emplazamiento de sus obras, el primer gran homenaje a la legendaria
escultora Rita Longa (1912-2000), en el año de su centenario.
Al maestro Osneldo García, Premio Nacional de Artes Plásticas
2003, lo acompañaron Miguel Mariano Gómez, Eliseo Valdés, Eulises
Niebla, Caridad Ramos, Sergio Ángel Fernández, José Montero y el
propio presidente nacional del Consejo Asesor para el Desarrollo de
la Escultura Monumentaria y Ambiental (CODEMA), Tomás Lara.
"Más allá de consolidarse como encuentro nacional, el Rita Longa
también ha trascendido como importante colección de obras, pues
entre ellas se logró un equilibrio cualitativo que supera gustos y
estilos individuales", destacó Lara.
"Hemos cuidado con celo ese detalle, y hoy Bayamo y Manzanillo,
como ninguna otra ciudad cubana, cuentan con un patrimonio
escultórico de 67 piezas pertenecientes a una significativa
colección, que cumple muy bien el objetivo de caracterizar sitios
públicos, desde los cuales es posible enriquecer la cultura estética
de la población.
"Dedicarlo a Rita Longa en su centenario dio al evento un valor
singular, porque ella fue relevante creadora y promotora incansable
de esta especialidad artística. El Simposio, de hecho, fue un primer
momento de homenaje, pues habrá una segunda ocasión en el Museo
Nacional de Bellas Artes, cuando quede inaugurada allí una
exposición antológica de su obra", informó Lara.
De los escultores participantes en la cita oriental, el
capitalino Sergio Ángel Fernández valoró el encuentro como una
oportunidad culturalmente ventajosa para todos, "porque como artista
tienes la ocasión de labrar un gran bloque de mármol que
individualmente es difícil de conseguir; la comunicación entre
profesionales es muy provechosa, y el resultado final de emplazar
las obras en espacios públicos de la ciudad, es en sí mismo un
elevado e invaluable acto de educación cultural hacia el pueblo.
"Participar en la edición del centenario de Rita —apunta Sergio—
es un motivo personalmente especial, pues mi primer trabajo como
graduado del ISA fue con ella en el CODEMA: el monumento a Celia
Sánchez en su natal Media Luna. Por eso, pensé mucho cómo rendirle
homenaje desde mi pieza, recordé su esbeltez como artista y persona,
y entonces le dediqué la alegoría en mármol de una palma real.