Y no es que el lugar sea el paraíso terrenal, donde todos los
problemas están solucionados, porque allí, como en la mayoría de los
territorios, existen decenas de situaciones sin remediar; sin
embargo, basta conversar con sus pobladores, o dar un simple
recorrido por sus calles y establecimientos, para captar el sentido
de pertenencia y el buen ánimo que prevalecen en el pueblo.
Para la mayoría de las personas consultadas, la pintura de sus
casas, las limpias avenidas, el buen estado de las escuelas e
instituciones de salud y hasta la forma cortés de hablar de las
personas, están vinculados con la eficiente gestión de Juan Bautista
Ferrer Falcón, un hombre capaz de controlar y orientar, además de
poseer un liderazgo que moviliza y aglutina a las masas en el
cumplimiento de determinadas tareas.
De ahí la popular frase que tantas veces al día se escucha en
Vueltas cuando surge un problema, una muestra de la confianza ganada
por el hombre que diariamente recorre el pueblo, a cualquier hora
del día o de la noche, para sanar los lunares que afean la
comunidad.
Como para confirmarlo, el día de nuestra visita costó muchísimo
trabajo hallarlo. Por dondequiera que pasábamos; un centro del
comercio y la gastronomía, la panadería o el policlínico, entre
otros lugares, nos decían "ahorita mismo pasó por aquí". Tras mucho
andar, lo encontramos en el Hogar de Ancianos de la localidad,
mientras escuchaba la propuesta de un grupo de abuelitos deseosos de
pintar y mejorar el estado del inmueble.
Presenciar ese y otros diálogos con los vecinos nos permitió
comprender el porqué de tanta aceptación, y las razones por las
cuales los moradores del poblado acudieron de manera masiva hace
algunos años a la convocatoria de su presidente para reparar la
escuela primaria Camila Sobrado, sumando más de 20 mil horas de
trabajo voluntario.
Cuenta Felipe Chirino, el director de la escuela, que Juanito era
el primero en llegar y el último en irse, además de estar al tanto
de todos los detalles constructivos y logísticos.
Al indagar con el presidente por qué cree que en Vueltas funciona
tan bien esta estructura de gobierno, opina que es una tarea
requerida de mucha consagración y deseos de servir a los demás,
cualidades que deben estár presentes en quienes dirigen.
"Desde que uno se levanta tiene que estar dispuesto a buscarse
problemas, para lo cual no es necesario hablar más alto, ni
ofuscarse, sino utilizar la persuasión y la crítica oportuna contra
lo mal hecho. Tampoco puede ser labor de un día, ni de un hombre, es
necesario sumar a los demás actores de la comunidad en función de
mejorar la calidad de vida del pueblo. Ese es el secreto, no existe
otro", expresa el hombre que ya suma 17 años como presidente del
Consejo Popular voltense.
Juanito ha guiado varias obras de gran impacto social para la
comunidad, aunque considera que son más las cosas que faltan por
hacer que las conseguidas.
En ese sentido, destaca la necesidad de un mayor aporte
comunitario a los programas de producción de alimentos, así como el
imperativo de esmerarse en elevar la calidad de los servicios que se
brindan, tareas que le quitan el sueño cada día.