Acerca de la plenaria presidencial a puertas cerradas y a la que
no tuvo acceso la prensa, dijo que "si somos transparentes no
tenemos nada que ocultar", reseña PL.
En su opinión hay temor de que los pueblos del mundo vean quiénes
son los verdaderos enemigos de la inclusión.
Asimismo, calificó de justa la ausencia de su homólogo
ecuatoriano, Rafael Correa, en protesta al veto de Estados Unidos
hacia Cuba.
Evo también indicó que muchos países, además de los que conforman
el bloque de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
América (ALBA), reclamaron que esta sea la última Cumbre sin la Isla
caribeña.
Ese bloque integracionista manifestó que no participará más en
una Cumbre de las Américas sin la presencia de Cuba y exigió el cese
inmediato del bloqueo económico, financiero y comercial de Estados
Unidos contra esa nación.
En ese sentido, el gobernante anfitrión, Juan Manuel Santos,
calificó tal política como anacrónica y expresó que otro foro
hemisférico de este tipo con un Haití postrado y sin la presencia de
Cuba sería inaceptable.
Para el jefe de Estado, nada justifica ese camino, el cual —dijo—
es un anacronismo que se mantiene anclado en una era de guerra fría
ya superada hace varias décadas.
También reclamaron la participación de Cuba los dignatarios de El
Salvador, Mauricio Funes, y de Paraguay, Fernando Lugo, quien además
condenó el bloqueo económico de Estados Unidos.
"Consideramos que dicha práctica vulnera principios del Derecho
Internacional que, desde todos nuestros organismos multilaterales y
regionales, defendemos y buscamos garantizar", expresó.
Para el mandatario salvadoreño, y en el contexto del lema central
de esta Cumbre Las Américas interconectadas como socios para la
prosperidad, la ausencia de Cuba constituye una deuda histórica
que se debe subsanar.
"Los 32 países del continente condenamos el bloqueo criminal de
EE.UU. contra Cuba (... ) No se trata de un tema del pasado",
aseguró por su parte el canciller de la República Bolivariana de
Venezuela, Nicolás Maduro, cuyo discurso obtuvo VTV de manera
extraordinaria, ante la censura informativa alrededor del encuentro.
La República Bolivariana y un número importante de los países
aquí reunidos exigimos el fin del criminal bloqueo contra Cuba y en
el tema de Las Malvinas pedimos que se ponga fin a la colonización
de este territorio que es argentino, afirmó.
"¿Cómo podemos ser aliados de Estados Unidos cuando nos
criminaliza permanentemente?", planteó Maduro, y expresó, además,
que esta pregunta deben hacérsela en EE.UU., donde todavía no han
comprendido que Venezuela ha avanzado democráticamente en la región.
El presidente de Uruguay, José Mujica, subrayó que "estamos ante
un desafío civilizatorio. Por estas cosas queremos que la bandera de
la estrella solitaria esté con nosotros, es parte de nosotros, de
nuestro dolor".
"No reclamamos las Malvinas por ofender la historia de Gran
Bretaña o por ofender a nadie —defendió el mandatario uruguayo—, las
reclamamos porque tenemos un sentido de pertenencia".
La presidenta argentina, Cristina Fernández, pronunció un
discurso en el que agradeció el respaldo y la solidaridad de más de
30 países a la causa de las Malvinas, al tiempo que señaló que
debería ser la última reunión sin la presencia de Cuba.
Se refirió también a la unidad del Caribe y Centroamérica y
destacó el papel de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (CELAC), entre los puntos más salientes de su mensaje.
Desde Nicaragua, el presidente Daniel Ortega, quien tampoco
asistió a la Cumbre en apoyo a Cuba, aseguró que las discusiones de
los presidentes en Cartagena no fueron transmitidas para complacer
los intereses de Estados Unidos.
"Como se iban a debatir temas que iban a poner en evidencia que
Cuba no es la aislada, sino que el aislado es el imperio, entonces
pusieron como condición que no se transmitiera", dijo.
Desde la cumbre de Mar del Plata, Argentina (2005), que también
concluyó sin declaración oficial, los finales de estos encuentros
han sido tensos por las diferencias entre los países del norte, y
las naciones del sur, añade PL.
En aquella ocasión el rechazo al Área de Libre Comercio de las
Américas generó reacciones encontradas y marcó el inicio de una
nueva etapa política y económica en las relaciones de los países de
la región.
Hoy, el concierto de integración de las naciones latinoamericanas
aísla a Estados Unidos y Canadá, que siguen siendo desde entonces,
las notas discordantes.
Otro de los temas fuera de la agenda oficial que conminó a un
amplio debate entre los asistentes al cónclave hemisférico fue el
rotundo fracaso de la guerra contra las drogas lanzada por Estados
Unidos y centrada en la interdicción, que no ha disminuido ni la
producción ni el consumo y ha dejado cientos de miles de muertos en
América Latina y el Caribe.
Ese país, dijo Evo Morales, usa el tema del narcotráfico para su
injerencia geopolítica en la región y lamentablemente acusa a los
gobiernos de Latinoamérica como responsables de ese flagelo.
"Exigimos responsabilidad compartida" en esta lucha que pasa por
la reducción del consumo en Estados Unidos, agregó.
Por su parte, el presidente Santos, informó que únicamente hubo
tres puntos de consenso en la VI Cumbre de las Américas, que
resultaron en sendos comunicados en la que los países del continente
se comprometieron a apoyar la conferencia de Río+20, a luchar contra
la delincuencia transnacional y apoyar la competitividad en la
región.