"Haz
que tu vida sea/ campana que repique/ o surco en que florezca y
fructifique/ el árbol luminoso de la idea. / Alza tu voz sobre la
voz sin nombre/ de todos los demás, y haz que se vea, /junto al
poeta el hombre".
La exhortación a la que convidan estos versos dirigidos a todo
intelectual digno de serlo y que eternizara el Poeta Nacional
Nicolás Guillén en su poema Palabras fundamentales, son el
imperativo con que se exigió a sí mismo las pautas de su existencia.
Así lo cree el destacado intelectual jamaicano, estudioso de la
obra guilleneana, Keith Ellis —profesor de Estudios
Hispanoamericanos en la Universidad de Toronto— cuya puntual
participación en la cita convocada, hace una semana por la Fundación
Nicolás Guillén, para celebrar el aniversario 110 del natalicio del
autor de Motivos de son, se tradujo en una conferencia
magistral que con el título Historia ética en la obra de Nicolás
Guillén revisitó el legado artístico del poeta y del pensador,
usando como fehaciente ilustración de sus apuntes el propio accionar
revolucionario que emprendiera desde su juventud.
"En mi ponencia hablé de algunas de las cosas que escribió
Guillén en su momento y muchas parecen haber sido dichas en el
presente y enfocadas hacia el futuro. Es un hombre con una
conciencia global de todas las cosas que le incumben al ser humano y
su pensamiento tiene una pertinencia para todos los tiempos".
Para Guillén la poesía debe ser socialmente útil¼
"Sí, cuando critica ciertas cosas en su periodismo o en su poesía
está sugiriendo muy claramente que para el futuro esos males no
deben continuar. Sabemos cuánto censuró la conducta racista de los
gobiernos antes del triunfo revolucionario del 59. Cuando vemos en
el mundo situaciones que atentan contra la dignidad del ser humano,
conociendo la opinión de Guillén al respecto, nos decimos: ¿Qué
haría él en este caso? ¿Cómo la enfrentaría?".
Guillén sigue enseñándonos, su pensamiento nos exhorta a
perfeccionar nuestra sociedad¼
"Cuando examinamos la sociedad cubana, y vemos el enorme proceso
que significó la Revolución en cuanto a las oportunidades que puso
al alcance de todos, debemos ver los peligros que pueden dañarla.
Más que convivencia, el poeta pidió connivencia, para poder
defenderla, que es abrir siempre la posibilidad de rectificación en
los problemas que surgen en la vida nacional".
¿Qué significa para usted haberse dedicado en cuerpo y alma a la
obra de nuestro poeta?
"Para mí es una satisfacción enorme trabajar sobre la obra de
Nicolás Guillén. Cuando queremos un mundo de paz, el constante
progreso de los pueblos y el mejoramiento humano del que hablaba
Martí y encontramos ese mismo deseo en su obra, entonces trabajar
sobre ella es cooperar con ese proyecto, que es social y
humanitario, y hacerlo me colma de energías".