Autoridades hondureñas trasladaron hoy 46 cadáveres
de reclusos carbonizados en el penal de Comayagua, donde hace mes y
medio perecieron 361 personas, desde la Academia Nacional de Policía
(Anapo) hasta la capitalina morgue del Ministerio Público.
El traslado obedece a que ya finalizó el plazo para
el uso de las instalaciones de la Anapo para los trabajos de
identificación realizados por médicos forenses hondureños y
extranjeros, explicó el portavoz de la Fiscalía, Melvin Duarte,
citado por el medio informativo elheraldo.hn.
Según Duarte, como el número de cuerpos trasladados
es bajo, la identificación y entrega a sus familiares puede
manejarse sin problemas en el local del Ministerio Público.
Los parientes de esas víctimas reclamaron que no les
avisaron del traslado, pese a que el Ministerio Público se había
comprometido a informar sobre los avances del proceso, indicó el
mencionado medio digital.
Las últimas 17 muestras de ADN analizadas por
forenses peruanos a presos fallecidos durante el siniestro del
pasado 14 de febrero en la penitenciaría de Comayagua, 90 kilómetros
al norte de Tegucigalpa, llegarán a Honduras el 10 de abril próximo.
Semanas atrás arribaron a este país 50 de las 230
muestras tomadas en esta capital.
Otro suceso penitenciario aconteció el jueves
pasado, cuando murieron 13 reos en la prisión de San Pedro Sula, 240
kilómetros al norte de esta capital, durante un motín e incendio.
En el momento de la tragedia, ese centro
penitenciario albergaba a dos mil 251 reclusos, muy por encima de
los 800 de la capacidad estimada, reconoció el Gobierno.
San Pedro Sula es considerada la ciudad más violenta
del mundo, según la ONU, y su penal ha sido escenario de frecuentes
choques entre bandas rivales.
Entre las masacres reportadas allí está también la
del 26 de abril de 2008, cuando nueve internos perecieron y dos más
resultaron heridos en un enfrentamiento entre grupos contrincantes
en las celdas.
Por su parte, el comisionado de los Derechos
Humanos, Ramón Custodio, recordó en un reciente comunicado que las
prisiones hondureñas carecen de medios para la rehabilitación, el
Estado se desentiende de la situación de los privados de libertad,
mientras se permite introducir armas, drogas y licores allí.
En este contexto la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos y del Subcomité de Naciones Unidas contra la
Tortura visitarán las penitenciarías hondureñas entre el 17 y 20 de
abril venideros, informó PL.