El
ministro ruso del Exterior, Serguei Lavrov, advirtió hoy sobre las
catastróficas consecuencias de una agresión contra Irán y llamó a
demandar, tanto al gobierno como a la oposición en Siria, la
suspensión de hostilidades.
Los golpes preventivos están prohibidos por la Carta
de Naciones Unidos, por lo que no puede haber ninguna solución
militar en el caso iraní, consideró Lavrov tras una reunión en esta
capital con la máxima dirección armenia.
El jefe de la diplomacia rusa se refería así a los
planes de Israel de atacar instalaciones nucleares iraníes, cuyas
autoridades acusan a Washington y Tel Aviv de crear artificialmente
un diferendo en torno a su programa atómico que insiste posee
carácter pacífico.
Lavrov consideró crucial mantener la presencia en la
República Islámica de los observadores del Organismo Internacional
de la Energía Atómica (OIEA).
El ministro ruso aseguró, además, que Teherán cumple
sus obligaciones y consideró que la dirección del país persa podría
aclarar los asuntos pendientes sobre su programa nuclear ante el
referido órgano internacional.
Estimó que en el caso de Siria, los llamados y las
presiones internacionales deben ejercerse parejo, tanto para el
gobierno como para los grupos armados.
El ejército regular sirio podría retirarse como
anuncia ahora de los poblados y otros puntos de la nación, pero si
tras ello los grupos opositores armados se niegan a desmantelar sus
barricadas y poner fin a las hostilidades, será imposible poner fin
a la violencia en Siria.
Será muy difícil demandar a Damasco que cumpla con
su parte en el acuerdo, si la oposición mantiene intactas sus
acciones, indicó.
Es necesario separar a esas fuerzas y eliminar las
barricadas para promover un diálogo inclusivo entre todas las partes
de la sociedad siria, reafirmó, informó PL.