DAMASCO. — El ministro de Defensa del Líbano, Fayez Ghusn,
advirtió este lunes que continúan los intentos de infiltración de
armados y pertrechos bélicos hacia Siria, y que el Ejército hace lo
posible por detenerlo.
Mientras tanto, el canciller libanés, Adnan Mansour, y el primer
ministro de Irak, Nouri al-Maliki, coincidieron en rechazar una vez
más las maniobras de interferencia extranjera en los asuntos sirios,
e instaron a solucionar la crisis mediante un arreglo político y
pacífico.
En declaraciones al diario libanés Al-Nahar, y que divulgan hoy
aquí los medios sirios, Ghusn alertó que no solo persiste, sino que
va en aumento el tráfico de armamento hacia Siria desde territorio
libanés porque eso deja mucho dinero.
Aseveró que los efectivos de su país hacen un esfuerzo por
detener o interceptar esos movimientos, pero señaló que resulta
difícil controlar todos los pasos ilícitos que existen a lo largo de
los 330 kilómetros de frontera entre ambos países.
El canal OTV de la televisión libanesa informó que el sábado por
la noche, efectivos militares allanaron la vivienda en Akkar de uno
de los partidarios del parlamentario Khaled al-Daher, diputado por
el Bloque del Futuro Libanés, y le incautaron gran cantidad de armas
y municiones que estaban destinadas a Siria.
De otro lado, el canciller libanés, Adman Mansour, consideró
infructuosa la conferencia de los llamados Amigos de Siria que tuvo
lugar el domingo en Estambul, Turquía, y que si en realidad se
quiere ayudar a Damasco, la mejor forma de hacerlo -insistió- es
apoyando el proceso de reformas y el diálogo pacífico.
Al expresar el apoyo de Beirut al plan del enviado especial de la
ONU, Kofi Annan, Mansour opinó en un discurso a la radio
internacional libanés que el diálogo es la única salida a la crisis
siria.
En Bagdad, el primer ministro iraquí, Nouri al-Maliki, reiteró el
rechazo de su gobierno a la intromisión foránea en los asuntos
internos sirios, así como a los llamados de armar a la oposición y
usar la fuerza contra Siria, "ya que esto sol añadirá más leña al
fuego", según recoge aquí la prensa siria.
Advirtió que el uso de la fuerza para derrocar al gobierno sirio
puede crear una crisis de grandes proporciones en la región, la cual
se revertirá sobre otros países, y urgió a encontrar una solución
política pacífica a la crisis, al tiempo que apoyó los esfuerzos
dirigidos con ese fin.
Comentó que la iniciativa iraquí para Siria está basada en el
entendimiento y repercusiones de la crisis y contempla el llamado a
que todas las partes se presenten en las urnas.
Al Maliki añadió que los que insisten en armar a la oposición no
están al tanto de la posición de Siria y sus relaciones con otras
naciones, y llamó a los árabes y a los musulmanes a asumir la
responsabilidad de poner fin al problema.