Ese resultado financiero adverso, inaceptable en tiempos de
actualización del modelo económico cubano y en especial de
fortalecimiento del desempeño de la empresa estatal socialista, tuvo
como causa fundamental la falta de una correcta estrategia de
producción, en que primara la organización del trabajo y el
cumplimiento de los planes.
Al no asegurarse debidamente la transportación del grano de cacao
desde los puntos de acopio a los centros de fermentación y desde
estos a los de secado, y tampoco las mantas requeridas para proteger
de las lluvias el cacao recolectado, una parte de la cosecha vio
afectada su calidad, con la consiguiente diferencia de precio entre
la materia prima comprada al productor por la empresa y la vendida
por esta a la industria procesadora.
Por esa causa se vendieron 60,6 toneladas fuera de norma y se
perdieron más de 675 mil pesos (11 150 por tonelada), a lo que
habría que agregar las pérdidas por el cacao adquirido de primera y
vendido de segunda y tercera al mermar su valor por los motivos
expuestos.
La responsabilidad de la transportación, en general, correspondió
al Centro de Carga Municipal, que incumplió con la tarea por baja
disponibilidad de los camiones de triple tracción requeridos, según
se alega en un informe de análisis de la cosecha.
Y en este punto vale la pena detenerse, pues a pesar de haberse
firmado entre las partes los contratos de transportación
correspondientes, estos se violaron, sin que la Empresa de Café y
Cacao Baracoa demandara al Centro de Carga Municipal por daños y
perjuicios.
En las elevadas pérdidas también incidieron otras causas, como el
incumplimiento de la cosecha y de los planes de venta a la industria
procesadora y la exportación. En el año se acopiaron 1 144 toneladas
de las 1 482 previstas (77 %), la entrega a la industria alcanzó el
87 % y se exportaron solo 100 toneladas de las 300 previstas.
También hubo deficiencias en la agrotecnia del cultivo,
incumpliéndose, entre otras tareas, la siembra y la resiembra,
indicadores protagónicos en el programa de recuperación del rubro,
pues definen la renovación de las viejas e improductivas
plantaciones, la población y el fomento de nuevas áreas.
Dicha empresa debe trabajar aceleradamente en la aplicación de
sistemas de pago que estimulen al trabajador cacaotero, pues los
existentes en buena medida no lo logran, incidiendo ello además en
la calidad de la cosecha y el beneficio.
En el café, aunque se cumplió el pequeño plan de acopio, tampoco
fueron buenos los resultados por deficiencias organizativas de la
actividad, pobre capacidad de secación en el municipio y de
transportación para mover a tiempo la masa. Ello, según Toirac,
provocó la pérdida de 6 000 pesos por cada una de las 45,8 toneladas
del grano acopiadas, para totalizar 274 800 pesos.
Los malos resultados motivaron el cambio en la dirección
principal del colectivo y el fortalecimiento de los departamentos
económico, de producción y de recursos humanos. Este proceso ahora
está en marcha en las unidades productivas.
Lamentablemente, ni demociones ni medidas disciplinarias le
devuelven a la economía lo que debió ingresar.
Por lo pronto ya se atenuaron o resolvieron carencias principales
como los medios para la transportación del cacao y las mantas para
el tapado del producto, informó el nuevo director, quien agrega:
"Se discutió fuerte la situación del transporte para el trasiego
del grano, lo que generó el apoyo de la provincia con tres camiones
triples. También se cumple con efectividad lo contratado con el
Centro de Carga Municipal, tarea que se chequea a diario, y se
organizan mejor los medios de la base productiva, favorecidos
algunos con la entrada de ciertos recursos".
Explica que la cosecha de cacao ha sido atípicamente alta en los
dos primeros meses del año, beneficiada por las lluvias y
temperaturas adecuadas, y que en ese lapso de la llamada zafra chica
se vendieron a la industria 87,6 toneladas (de 58 planificadas),
todas de primera calidad.
En el bimestre, argumenta el directivo, se cumplieron todas las
actividades de la agrotecnia, en lo que ha sido decisivo el apoyo en
recursos de la provincia y el país, y la voluntad de los cacaoteros
de revertir los resultados del año precedente.
Aunque es prematuro para cantar victoria, por lo mucho que resta
por hacer, vale significar que ese colectivo cerró enero con 58 mil
pesos de ganancia y asegura ganar también en febrero, resultados que
se corresponden con la estrategia seguida para espantar el fantasma
de las pérdidas financieras en una entidad que nunca debió perder.