Actualizado 5:45 p.m. hora local

Misión de la ONU continuará en Afganistán

En medio de fuertes tensiones en Afganistán en torno a la presencia militar extranjera, el Consejo de Seguridad extendió por un año más la permanencia allí de la llamada Misión de Asistencia de la ONU, de carácter político.

La decisión de prorrogar la labor de ese contingente estacionado en el país asiático desde 2002 fue adoptada por unanimidad de los 15 miembros de ese órgano de la ONU encargado de la paz y la seguridad internacionales, reporta Prensa Latina.

El acuerdo subrayó que la renovación del mandato tiene plenamente en cuenta el proceso de transición en ese país y apuntó la necesidad de respaldar al gobierno para que asuma la dirección de los ámbitos de la seguridad, la gobernanza y el desarrollo.

Asimismo, ratificó la cooperación entre la Unama y la llamada Fuerza Internacional de Asistencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán, una relación a todos los niveles y en todo el país en apoyo de la transición en curso.

La presencia militar de Estados Unidos y la OTAN constituye en la actualidad uno de los más espinosos problemas que enfrenta el gobierno de Kabul, sobre todo a raíz de diversos actos ofensivos cometidos por soldados norteamericanos.

El más reciente fue el asesinato de 16 civiles afganos, en su mayoría mujeres y niños, por el sargento estadounidense Robert Bales, del tercer regimiento de infantería, el pasado día 11 en la provincia de Kandahar.

Tres semanas antes, un grupo de soldados, también norteamericanos, de la base de Bagram dieron fuego a varios ejemplares del Corán, lo que desató una ola de protestas de la población musulmana, con saldo de decenas de muertos.

Ese agravio estuvo precedido a principios de enero por la difusión de imágenes que mostraron a un grupo de militares de Estados Unidos que orinaban sobre talibanes muertos.

Se trata de hechos injuriosos ocurridos en los tres meses transcurridos de 2012 y que tensaron a niveles casi extremos la relación con el gobierno, pero que ni siquiera aparecen insinuados en la resolución aprobada por el Consejo de Seguridad.

Sin embargo, el nuevo enviado especial de la ONU para Afganistán, Jan Kubis, opinó ante los periodistas en Nueva York que esos acontecimientos pertenecen al ámbito bilateral entre el gobierno y las fuerzas militares de Estados Unidos y la OTAN, y no a la Unama.

Aunque aclaró que esos tres cuerpos presentes en el país asiático tienen los mismos objetivos.

La resolución dedica 37 párrafos declarativos a detallar los principales aspectos de la situación en el país y las acciones realizadas a nivel nacional e internacional y otros 48, algunos con varios acápites, al contenido resolutivo del acuerdo.

Entre ellos hay varios dedicados a la preocupación de la ONU por el perjuicio de que el cultivo de la adormidera y la producción, tráfico y consumo de opio ocasionan a la seguridad, el desarrollo y la gobernanza del país y a nivel regional e internacional.

Según informe presentado por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al Consejo de Seguridad, la superficie cultivada de adormidera o planta del opio aumentó en 2011 a 131 mil hectáreas, un siete por ciento por encima de 2010.

Se estima que la producción de opio el año pasado llegó a las cinco mil 800 toneladas, un 61 por ciento más que las tres mil 600 toneladas calculadas en 2010.

En cuanto a decomisos de la droga, el documento señala la captura de casi 53 toneladas de opio, unas 33 de heroína, 60 de hachís, 29 de morfina y 112 de precursores químicos y el arresto de 963 sospechosos, entre ellos siete extranjeros.

Sobre el problema, el Consejo de Seguridad exhortó a la cooperación internacional y regional contra la producción, tráfico y consumo de drogas ilícitas procedentes de Afganistán, así como frente a la corrupción y el blanqueo de dinero relacionados.

La oficina de la ONU contra la droga y el delito reveló en enero pasado que la producción de opio en Afganistán generó ingresos por mil 400 millones de dólares (nueve por ciento del Producto Interno Bruto afgano).

Ahora, los ojos de Naciones Unidas miran hacia la próxima cumbre de la OTAN sobre Afganistán, a celebrarse en mayo en Chicago para examinar la forma futura de las instituciones de seguridad afganas y el apoyo que necesitarán, según anunció Ban Ki-moon.

 

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