MOSCÚ, 22 marzo.— El maestro del piano cubano Frank Fernández
ratificó hoy el virtuosismo, mostrado en su más de 40 años de vida
artística, en una colmada Gran Sala del capitalino Conservatorio
Tchaikovski, donde fue largamente ovacionado.
Como declaró a Prensa Latina poco antes de iniciar sus ensayos en
esta capital junto a la Orquesta Sinfónica de Moscú, dirigida esta
vez por el holandés Arthur Arnold, se trata de la pieza más rusa y
la más conocida de Serguei Rajmaninov.
El público guardó silencio por casi 40 minutos, hasta sonar el
último acorde del concierto número dos para piano del gran
compositor ruso, cuando rompió en aplausos para agradecer la
interpretación que fue un verdadero reto, como confesó el pianista.
La actuación del maestro cubano inauguró la remozada Gran Sala
del referido conservatorio, cuna de la mejor escuela de piano del
orbe, con uno de los cuatro conciertos más famosos de todos los
compositores.
Ante unos dos mil espectadores, entre los cuales estuvieron
representantes del cuerpo diplomático acreditado en esta capital, el
autor de más de 650 obras de todo tipo, disfrutó en su actuación de
una de las seis salas de mejor acústica en el mundo.
En su momento, el pianista señaló a Prensa Latina que tocar una
pieza de Rajmaninov, como la mencionada, constituye una concesión a
la escuela de piano de Cuba.
El haberme pedido que interpretara al más ruso de todos sus
compositores es un homenaje para la escuela cubana de piano y la
cultura de la isla en general, afirmó.