La
exposición Mata Ortiz: vida cotidiana, que abrió el Centro
Cultural Pablo de la Torriente Brau como parte de la visita de
intercambio de profesores y estudiantes del Dickinson College,
centro docente de Carlisle, estado norteamericano de Pennsylvania,
amplió los habituales desvelos de la institución por rescatar la
memoria de una geografía particular a través del lente de Carl
Sander Socolow.
Esta muestra de 30 fotografías en blanco y negro invita a
descubrir, poco a poco, escena tras escena, pormenores, acaso
secretos, de la existencia de los habitantes de Mata Ortiz, pueblo
ubicado en el desierto mexicano.
En palabras del poeta y cineasta Víctor Casaus, las instantáneas
sintonizan con los propósitos del Centro de cultivar la memoria, en
el sentido de revisitar tiempos pasados y a la vez de contribuir a
sedimentar la memoria del mañana, porque desde la sensibilidad del
artista norteamericano se captan momentos del devenir de una
localidad, que quedarán como testimonio para el futuro.
Por su parte, Socolow señaló que esta exhibición constituye un
estudio fotográfico que quiere documentar la transformación que
tiene lugar en una geografía y sus gentes a partir del trabajo con
la cerámica de un grupo de artesanos, fenómeno artístico que ha
desatado profundos cambios económicos y sociales en el pueblo.