Envejecimiento poblacional y Alzheimer

Un desafío para la salud mundial

LISANDRA FARIÑAS ACOSTA

Las reducciones cada vez más significativas de los índices de fecundidad y mortalidad, reforzados por una creciente longevidad, han traído cambios sin precedentes en las estructuras sociales, económicas y culturales a escala global.

FOTO: Otmaro Rodríguez La pérdida gradual de la memoria, desorientación, la afectación de la capacidad para ejecutar tareas cotidianas, el empobrecimiento del lenguaje, la agresividad física y verbal, alucinaciones e ideas de daño son algunos de los síntomas de las demencias.

Como fenómeno demográfico, el envejecimiento poblacional ha devenido desafío para los sistemas de salud pública, avocados a trazar estrategias de promoción, prevención, atención, rehabilitación y cuidados a largo plazo para los adultos mayores.

En ese contexto, y asociado a este acelerado envejecimiento, durante los últimos 20 años se aprecia también un incremento de las demencias, entre ellas el Alzheimer, considerado por numerosos especialistas como la crisis más trascendente para la salud mundial en el siglo XXI.

Cuba no escapa a este proceso, siendo hoy el segundo país más envejecido de América Latina, con un 17, 9 % de su población (alrededor de 2 millones 14 mil personas) por encima de los 60 años de edad. Es en esta etapa de la vida donde la probabilidad de desarrollar esta enfermedad aumenta.

Resulta entonces oportuna la investigación que desde hace 10 años desarrolla el Centro de Estudios del Alzheimer de la Universidad de Ciencias Médicas, del Ministerio de Salud Pública, ante la necesidad urgente de profundizar en el estudio de las demencias, sus factores de riesgo, probables causas y su impacto en las familias.

Explicó a Granma el Doctor en Ciencias Médicas Juan de J. Llibre Rodríguez, presidente de la Sección Cubana de Alzheimer, que al ser Cuba un país en vías de desarrollo con indicadores de salud similares a los de naciones del primer mundo, y por tanto con un rápido envejecimiento de su población total, este proyecto adquiere vital importancia.

Galardonado en investigación aplicada en el 36 Concurso Premio Anual de la Salud 2011, propuesto como resultado de la Ciencia y la Innovación 2011, y reconocido por la Asociación Mundial de Alzheimer como uno de los estudios más importantes que se realizan sobre el tema, el proyecto "permite estimar el número de personas enfermas y trazar estrategias de salud dirigidas tanto a los pacientes como a sus familias, además de trabajar en la prevención y el desarrollo de servicios de salud", señaló Llibre Rodríguez.

Como parte de la investigación —especifica el doctor Llibre Rodríguez— se encontró una elevada frecuencia de enfermedades crónicas no trasmisibles en los adultos mayores estudiados y se constataron los diversos factores de riesgo a que se asocian las demencias.

"Entre ellos sobresalen la edad avanzada, los antecedentes familiares o susceptibilidad genética, la hipertensión arterial no controlada, la diabetes mellitus, los trastornos lípidos, la obesidad en la edad media elevada de la vida (40-50 años), el hábito de fumar, las enfermedades cerebro-vasculares, así como la poca estimulación intelectual y falta de actividad física."

Frente a tal desafío, el Sistema de Salud Pública cubano ha potenciado en los últimos años un conjunto de estrategias preventivas, con el fin de reducir los factores de riesgo, y con ello el impacto del envejecimiento. Numerosos espacios se han abierto para incentivar la actividad física tanto en niños, jóvenes como adultos mayores, y fomentar estilos de vida saludables.

Si bien en la actualidad no existe cura para el Alzheimer y otras demencias, su curso puede ser enlentecido mediante tratamiento. Al respecto, insistió el doctor Llibre Rodríguez en la importancia de incrementar la promoción, información, capacitación de los profesionales de la salud y educación de las familias en el rol que representan ante la prevención y el diagnóstico temprano de la enfermedad.

Está demostrado que los cursos y programas dirigidos a la familia, la preparan para enfrentar las diversas fases del Alzheimer, reducen el estrés de los cuidadores y mejoran la calidad de vida. Diversos diplomados se imparten además a los profesionales de la salud con el fin de potenciar el pensamiento médico sobre este padecimiento.

Para el doctor Llibre Rodríguez hay elementos que resultan protectores y esenciales, como la actividad intelectual y física mantenida, que permiten la estimulación cognitiva, así como el intercambio social en la edad avanzada de la vida. "La participación activa en los Círculos de Abuelos es, por ejemplo, uno de los elementos motivadores para enfrentar nuevas tareas con el envejecimiento", explicó.

Las estructuras que facilitan la atención de estos pacientes están creadas desde la Atención Primaria de Salud. Tanto la evaluación del médico de la familia, como la valoración de los Equipos Multidisciplinarios de Atención Gerontológica o los Centros de Salud Mental, son de vital importancia en el diagnóstico oportuno de la enfermedad.

 

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