Un grupo de activistas afroamericanos y latinos de Los Ángeles,
California, participan a partir de hoy en una serie de protestas y
marchas para oponerse a la ley antiemigrante HB 56 del estado de
Alabama.
Un grupo iniciará este miércoles un recorrido de unos 80
kilómetros desde la localidad de Salma para llegar el viernes a
Montgomery, la capital del sureño estado, reportó el diario
californiano La Opinión.
Se estima que al menos 200 personas inicien la marcha en Selma,
entre ellos Jibri Range, un joven afroamericano de 19 años de edad,
como parte de la delegación angelina.
Para mí es muy importante que latinos y afroamericanos estemos
unidos para que podamos derrotar esta ley como lo hubiera hecho
Martin Luther King, porque nadie debería ser segregado por el color
de su piel, raza o lo que sea, comentó Range.
Mientras en Los Ángeles y otras ciudades del norteño país, grupos
de ciudadanos se sumarán mañana a varias movilizaciones como parte
del Día Internacional de la Mujer.
En la populosa urbe de la costa oeste de Estados Unidos ocurrirá
una marcha a la cual deben asistir unas mil 500 personas en apoyo a
la movilización de Alabama y para dejar en claro que en California
no se permitirán ese tipo de leyes, comentó la publicación.
La HB 56 entró en vigencia en septiembre último y para algunos
expertos constituye la medida más dura de su tipo, pues exige a la
policía controlar el estatus migratorio de detenidos solo bajo el
manto de la sospecha de encontrarse ilegal en el país.
Ello, a juicio de defensores de los derechos civiles, descubre un
perfil racista hacia las personas, a la vez que prohíbe beneficios
públicos a los indocumentados, lo cual debe ser eliminado de
inmediato, exigieron.
Otros estados como Arizona, Georgia, y Carolina del Sur amenazan
con oficializar medidas radicales similares, advirtió Prensa Latina.
Opositores a tales iniciativas sostienen que la inmigración es un
asunto federal que no debería ser gobernado por medidas estatales.
De acuerdo con el Pew Hispanic Center, en Estados Unidos residen
10,2 millones de personas sin documentos legales, aunque algunos
expertos consideran que su número real se acerca a 12 millones.
Luego de tres años en la Casa Blanca, el presidente Barack Obama
mantiene incumplida su promesa de dictar una reforma migratoria
justa, si bien rompió el récord de deportaciones en el año fiscal
2011 cuando repatrió a cerca de 400 mil extranjeros indocumentados.
Todavía permanecen en la nación unos 300 mil casos de personas en
un limbo migratorio sobre quienes pesa la orden de expulsión
definitiva.
El tema migratorio junto a la economía y el desempleo ocupan hoy
la atención de los estadounidenses rumbo a los comicios de noviembre
de 2012.