SANTIAGO DE
CHILE, 28 de febrero.— Vigilias y misas en recuerdo a las más de 500
víctimas, y protestas por el lento avance de la reconstrucción,
marcaron el segundo aniversario del terremoto de 8,8 grados, seguido
de un tsunami que azotó a Chile el 27 de febrero del 2010.
Pobladores de las zonas más afectadas, sectores costeros de las
regiones del Maule y Biobío, entre 400 y 500 kilómetros al sur de
Santiago, instalaron banderas negras en reproche por lo que
consideran un lento proceso de reconstrucción.
A dos años del terremoto, que dejó pérdidas totales por 30 mil
millones de dólares, equivalentes al 17 % del PIB, el mandatario
chileno Sebastián Piñera cifró en dos tercios los avances en la
reconstrucción de los daños.
Sin embargo, en materia de vivienda, las cifras difieren y los
ciudadanos le recordaron al Presidente su promesa de que nadie
pasaría otro invierno viviendo en locales de emergencia, un
ofrecimiento que no cumplió.
Organizaciones no gubernamentales han cifrado en 10 % el avance
en la construcción de viviendas, mientras que el Gobierno —sobre una
base de 220 mil viviendas destruidas— asegura que ya fueron
entregadas 72 mil casas (32,7 %), aunque la cifra comprende también
la reparación de habitaciones que no resultaron completamente
destruidas.