En ese sentido, el acuerdo prevé, mediante una colaboración
auténtica y efectiva, el de-sarrollo de programas específicos de
asistencia técnica y profesional, así como la búsqueda de soluciones
ágiles y eficaces a los problemas que presenten ambas instituciones.
Rubén Remigio calificó la rúbrica del Protocolo como prueba de
los lazos de amistad que unen a Cuba y Rusia, e insistió en el
intercambio de criterios sobre el ejercicio de una justicia
efectiva, que provea a los ciudadanos y a las instituciones de la
tutela jurídica para el pleno disfrute de los derechos y el
cumplimiento de los deberes.
Entretanto Viacheslav M. Lebedev agradeció la invitación a Cuba y
señaló que este acuerdo amplía otro firmado en el 2002, fortalece
los nexos entre ambos tribunales y ofrece mayores oportunidades para
el perfeccionamiento de los sistemas judiciales y su base
legislativa.