Se afectó una tubería de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en el
municipio Freite de Anzoátegui, "pero estamos determinando que es
una situación que fue provocada" porque "están queriendo crear como
una matriz" de opinión sobre una supuesta ineptitud de la empresa
estatal, declaró Ramírez a los periodistas.
"Un derrame aquí, un derrame acá" para dar esa sensación de
derrames generalizados que, si fueran ciertos, "este país estaría
colapsado", agregó Ramírez, que achacó el asunto a la oposición al
Gobierno del presidente Hugo Chávez.
"Es una campañita con la cual estamos acostumbrados a lidiar",
añadió, y dijo que aún no se ha determinado la cantidad de petróleo
derramado, y que lo mismo sucede con el derrame del pasado 4 de
febrero en el río Guarapiche, del vecino estado Monagas, también en
el oriente venezolano.
Alrededor de un millón de personas de Monagas se vieron afectadas
por el derrame petrolero de inicios de mes que contaminó el
Guarapiche y dejó sin agua potable a la zona.
A pesar de que no precisó la cantidad de crudo del derrame de
Monagas, Ramírez dijo hoy que se ha "cumplido en más del 95 % la
recolección" y que el agua del río está lista para ser potabilizada
porque ya está "apta para el consumo humano", subrayó.
"Asumimos plenamente la responsabilidad para con la salud de
nuestro pueblo", insistió, aunque dijo que compete al Ministerio del
Ambiente determinar cuándo reinicia el tratamiento de las aguas de
ese río, que también son utilizadas en las labores de ganadería y
agricultura de la zona.
Ahora las labores de PDVSA se concentran en el saneamiento de las
riberas del Guarapiche, con el uso de "bacterias para degradar el
hidrocarburo", precisó el ministro.
Gabriela Yánez, presidenta del ente estatal Aguas de Monagas,
encargado del suministro del servicio en ese estado, dijo la semana
pasada que se trató de una "afectación importante" que provocó "una
situación delicada" para la población local, incluidos los
agricultores, y "la fauna acuática".