GINEBRA, 27 de febrero. — La paz es una condición fundamental para
el disfrute de todos los derechos humanos, en particular el de la
vida, afirmó aquí el diplomático cubano Juan Antonio Quintanilla.
Al intervenir en la octava sesión del Comité Asesor del Consejo
de Derechos Humanos de la ONU, el representante antillano declaró
que para preservar y promover la paz es necesario erradicar todo lo
que la amenaza y, en particular, la posibilidad del uso de armas
nucleares.
Quintanilla recordó las recientes reflexiones del líder de la
Revolución cubana, Fidel Castro, tituladas La paz mundial pende
de un hilo, en las que aborda la "situación política creada en
torno a Irán y los riesgos de una guerra nuclear que involucraría a
todos, posean o no tales armas".
Ante esa situación resulta cada vez más imperioso avanzar en el
objetivo de un desarme general y completo, dijo, y calificó de
inaceptable que en el mundo actual se gaste más en medios para hacer
la guerra y menos en la promoción del derecho al desarrollo.
Con los recursos que se dedican a los armamentos se podría
combatir la pobreza extrema que hoy padecen mil 400 millones de
personas en el mundo, alimentar a los más de mil millones de
hambrientos y evitar la muerte de 11 millones de niños cada año por
hambre y enfermedades prevenibles. También se podría enseñar a leer
y escribir a los 759 millones de adultos analfabetos, señaló.
Algunos países, liderados por Estados Unidos, cuestionan la
existencia del derecho a la paz, al tiempo que promueven guerras e
intervenciones en varias regiones del mundo, criticó.
Cuba —dijo Quintanilla— ha liderado un creciente movimiento en
favor de la codificación del derecho a la paz, y en su empeño cuenta
con el apoyo de la inmensa mayoría de la comunidad internacional.
A iniciativa de la Mayor de las Antillas, el Consejo de Derechos
Humanos ha adoptado varias resoluciones y encomendado al Comité
Asesor la redacción de un proyecto de declaración sobre el tema.