La
cosecha cafetalera 2011-2012 recién concluyó en Granma, con un total
acopiado de 695 toneladas; sin embargo, aunque anima el
sobrecumplimiento de un plan de 617, los caficultores saben cuán por
debajo están todavía del potencial productivo de la provincia y
cuánto de las necesidades reales de la nación.
William Chávez, subdelegado de la Agricultura que atiende el ramo
en el territorio, dijo a este diario que a partir de la renovación
de áreas y del trabajo técnico desarrollado en ellas, las cifras de
la finalizada campaña deberán marcar el fin de un decrecimiento en
el volumen recolectado, e iniciar un ascenso progresivo que permita
llegar al millón de latas en el 2015.
A fin de lograr tal empeño, señaló Chávez, habrá que perfeccionar
la organización de la cosecha y eliminar problemas de contratación
evidentes en esta zafra, asociados principalmente a la resistencia
de algunas bases productivas a enviar a la industria la mayor
cantidad posible del grano existente en sus campos.
Explicó que a pesar de reducir en un 10 % las entregas con baja
calidad respecto a la temporada anterior, todavía una quinta parte
del volumen acopiado se pagó a los productores como café "fuera de
norma".
De la atención cultural en las áreas renovadas —fueron 1 288
hectáreas en el 2011— también dependerá la elevación progresiva de
los rendimientos, los cuales casi no variaron en esta última campaña
y aún son muy inferiores a los indicadores fijados como aceptables,
apuntó el directivo.
Precisó que Granma todavía tiene envejecida la mitad de sus 10
mil hectáreas de cafetales; pero, a tono con el programa nacional de
recuperación del ramo, en el 2012 serán renovadas otras 1 650, para
lo cual existen en vivero unos seis millones de posturas.