Tras permanecer dos años encarcelado sin juicio, el soldado
estadounidense Bradley Manning fue trasladado este jueves a la base
Fort Meade, de Maryland, para ser acusado formalmente de colaborar
con el enemigo.
Los 22 cargos pendientes incluyen tratamiento incorrecto de datos
de inteligencia, robo de propiedad privada del Pentágono, difusión
ilícita de comunicaciones de inteligencia, y actividad fraudulenta
en conexión con el uso de computadoras, reporta Prensa Latina.
La defensa legal de Manning, inculpado sobre todo como presunto
cómplice de la organización antisecretismo WikiLeaks, presentó tres
testigos para intentar salvar al joven de la cadena perpetua.
Las audiencias judiciales, como preámbulo de una posible corte
marcial, se desarrollaron también en Fort Meade, noreste del país, y
abordaron un hecho que expertos consideran la mayor filtración de
material de inteligencia en la historia de Estados Unidos.
Manning, de 25 años, supuestamente robó y entregó a WikiLeaks más
de un cuarto de millón de documentos secretos relacionados con
operaciones de los departamentos de Defensa y Estado.
El Ejército acusa al especialista militar de colaboración con el
enemigo, entre otras 21 imputaciones vinculadas a su labor cuando
era analista de Inteligencia en Irak en 2009 y 2010.
Si resulta convicto de todas las acusaciones, la sanción que le
tocaría técnicamente es la sentencia capital, pero fiscales del
Pentágono aclararon que recomendarán cadena perpetua en este caso.
El portavoz de Wikileaks Kristinn Hrafnsson subrayó que Manning
es un preso político que obró por un mundo mejor, solo un gran héroe
se atreve a efectuar la mayor filtración, hay que instar a la gente
a que le apoye, dijo.