Los asistentes a la Conferencia sobre Somalia que se desarrolla
en Londres propusieron este jueves otorgar ayudas y paralelamente
presionar para eliminar la corrupción, la piratería y lo que
calificaron de amenaza extremista.
Esos criterios resumen la percepción, principalmente de
Occidente, tras dos décadas de guerra en el país del Cuerno de
África, reporta Prensa Latina.
El primer ministro británico, David Cameron, destacó que el
encuentro era "una ocasión sin precedentes de cambiar" la situación
somalí, caracterizada en síntesis- como un Estado fallido, por todos
los aspectos negativos acumulados desde el derrocamiento del
expresidente Mohamed Siad Barre en 1991.
"Los problemas de Somalia no afectan sólo a Somalia. Nos afectan
a todos", aseguró Cameron.
El primer ministro manifestó que "los piratas perturban rutas
comerciales vitales y secuestran a turistas, y los jóvenes se
envenenan con el radicalismo, alimentando el terrorismo que amenaza
la seguridad del mundo entero".
En esa misma cuerda se pronunciaron en esta sesión el secretario
general de la ONU, Ban Ki-Moon y la secretaria de Estado
norteamericana, Hillary Clinton.
Por su parte, el presidente somalí, Charif Cheij Ahmed, afirmó
querer tener de nuevo seguridad, "tenemos miedo del mañana", dijo,
mientras que el jefe de su gobierno, Abdiweli Mohamed Ali, se
pronunció por aplicar un plan Marshall, en alusión al mecanismo
empleado por Estados Unidos en Europa tras la Segunda Guerra
Mundial.
Según Mohamed Ali, eso ayudaría a recobrar "la paz, la
estabilidad y la normalidad".
Pese a eso, muchos críticos opinan que la implementación de un
programa semejante podría comprometer en gran medida los verdaderos
intereses somalíes, que pasan por el no condicionamiento ético de la
ayuda.
En respuesta a la conferencia, la organización radical Al Chabab
prometió combatir sus resultados, y acusó a los participantes de
mantener la inestabilidad que afecta al país desde hace dos décadas.
"Nunca transigiremos con nuestras creencias y nuestro objetivo de
establecer un gobierno basado en la ley islámica", añadieron,
conforme con medios de prensa. A la Conferencia internacional sobre
Somalia asisten unos cincuenta representantes países, la ONU y
organizaciones no gubernamentales.