El conflicto que estremece la Patagonia chilena continúa cobrando
fuerza, atizado por el aumento de la represión policial según
testimonios de sus pobladores y por la dilación de la respuesta
gubernamental a las demandas de la ciudadanía.
Estamos en medio de una cuasi guerra alentada por las acciones
provocadoras de las fuerzas especiales contra la ciudadanía
desarmada que sólo lucha por sus derechos y por la vida en
definitiva, señaló la activista social Verónica Carvallo.
Es inaceptable cómo se están violando en el país los derechos de
estudiantes, del pueblo mapuche y ahora de los pobladores de Aysén,
subrayó en alusión a la respuesta del gobierno frente al
levantamiento popular de esa región patagónica, situada a unos dos
mil kilómetros al sur de Santiagao.
Por su parte Alejandro Guala, vocero de los empleados públicos de
Coyhaique, la capital aysenina, explicó a esta agencia cómo el
propósito de la toma pacífica de una comisaría de esa ciudad la
víspera estuvo encaminado a pedir el cese de la represión policial.
Aquí somos todos vecinos y siempre nos hemos caracterizado por
nuestra calma y en cambio están golpeando a nuestra gente, a
nuestros jóvenes en la calle; esto no puede ser, remarcó.
Las últimas horas han estado signadas por la reiterada denuncia
de los habitantes de la Patagonia acerca del empleo de balines de
acero por parte de los uniformados, con saldo hasta el momento de
más de un centenar de heridos, según reveló el dirigente estudiantil
Patricio Contreras en declaraciones a Radio Bío Bío.
El vocero universitario dijo que los Carabineros esperan la
llegada de las personas al hospital para detenerlas y calificó de
desquiciado el proceder policial. Insultan, golpean y humillan a los
habitantes de la zona. "Nos gritan: patagón muerto de hambre".
Ayer el comandante de Carabineros de Aysén, Oscar Oettinger,
manifestó que los balines empleados no eran de acero y alegó que la
respuesta policial se debió a que fueron atacados con hachas, con
bengalas y con bombas molotov.
(Ello) me obligó a disponer el uso de la escopeta antimotines
para resguardar la seguridad física de nuestros carabineros",
declaró.
Sin embargo, el vocero del Movimiento Social de Aysén, Misael
Ruiz, aseguró que la fuerza policial agredió con balines de acero a
la población.
Ruiz, cuyo hijo fue arrestado la víspera, apuntó que el pueblo de
Aysén es aguerrido, que lucha y que no le tiene miedo a los
perdigones ni a las lacrimógenas.
Indicó el dirigente social: hay tener cuero de chancho (cerdo)
para vivir acá. Lo que queremos es respeten nuestra dignidad y tener
una vida mejor".
Ante la exigencia de los ayseninos que viajen a la zona figuras
del gabinete de Sebastián Piñera con poder resolutivo frente a sus
reclamos, el vocero de la presidencia, Andrés Chadwick, dejó claro
que "no está contemplado, en lo inmediato, una visita de nuevos
ministros".
La jornada de protestas de ayer terminó con una marcha de miles
de personas por las calles de Coyhaique y con cacerolazos nocturnos
en varios puntos de la Patagonia, reportó Prensa Latina.