España anunció hoy que ajustará su meta de déficit público para
2012 al nuevo escenario diseñado por la Unión Europea (UE), que
prevé una contracción del uno por ciento de la economía del país
ibérico.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, precisó que el
gobierno de Mariano Rajoy elaborará los presupuestos de este año con
un objetivo de déficit adecuado a las previsiones económicas
difundidas este jueves por la Comisión Europea (CE, ejecutivo
comunitario).
De acuerdo con los pronósticos de la CE, el Producto Interno
Bruto (PIB) español retrocederá en 1,00 por ciento este ejercicio,
lejos del 0,7 por ciento que auguró en noviembre último.
Los cálculos de Bruselas son más optimistas que los del Fondo
Monetario Internacional (FMI) y el Banco de España, que hace unas
semanas vaticinaron una caída del PIB de 1,7 y 1,5 por ciento,
respectivamente.
Las previsiones del ejecutivo comunitario, sin embargo, son más
importantes porque sirven para fijar las exigencias de déficit que
impone la UE, y han sido esgrimidas por el gobernante Partido
Popular (PP) como la base para elaborar las cuentas de 2012, indicó
Prensa Latina.
Aunque evitó avanzar una cifra nueva para el objetivo de déficit
-el comprometido hasta ahora es del 4,4 por ciento del PIB-, Montoro
explicó que el ejecutivo comenzará la tramitación de los
presupuestos desde una posición de realismo.
La administración del derechista PP confía en que el
empeoramiento de las proyecciones macroeconómicas lleve a Bruselas a
revisar las metas fiscales.
Según las estimaciones del ejecutivo de Rajoy, España cerrará
2011 con un déficit superior al ocho por ciento del PIB, dos puntos
más de lo pactado con la UE por el anterior gobierno socialista de
José Luis Rodríguez Zapatero.
En enero pasado, el FMI estimó un saldo presupuestario negativo
de 6,8 por ciento (2012) y de 6,3 por ciento (2013) del PIB.
El organismo multilateral dio por hecho que el Palacio de la
Moncloa (sede del poder central) rebasará los límites de déficit
acordados con las instituciones del llamado Viejo Continente,
fijados en 4,4 y 3,0 por ciento del PIB para este y el próximo
ejercicio.
Las previsiones europeas suponen ahora un certificado de que
España está en recesión y así seguirá este año, como adelantaron en
su momento el FMI y nuestra entidad supervisora, recordó el titular
de Hacienda.
Montoro aclaró que la Moncloa en ningún momento habló de
renegociar o flexibilizar las metas fiscales.
En cambio, fuentes oficiales citadas la víspera por el diario El
País revelaron que el propósito de Rajoy es lograr que Bruselas
suavice ese compromiso, para que el déficit de este año se sitúe
unas décimas por encima del cinco por ciento.