DAMASCO,
22 de febrero. — El Gobierno de Bashar al Assad denunció este
miércoles que su servicio sanitario se está viendo afectado por las
sanciones impuestas por numerosos países y acusó a grupos
terroristas de atacar hospitales y secuestrar a personal médico,
pese a lo cual, los trabajadores sanitarios del país siguen
atendiendo a los ciudadanos.
Según informa la agencia SANA, Damasco envió cartas al Comité
Internacional de la Cruz Roja (CICR), la ONU y el Consejo de
Derechos Humanos de Naciones Unidas en las que asegura que "da
prioridad a su sector sanitario para ofrecer servicios gratuitos a
todos sus ciudadanos", según Europa Press.
De hecho, precisan las misivas, los centros públicos dependientes
del Ministerio de Sanidad "prestaron más de 30 millones de servicios
y recibieron a unos 4,5 millones de personas en los nueve últimos
meses".
Sin embargo, factores externos están tratando de emplear el
sector sanitario como "herramienta con fines políticos" y la sanidad
pública "ha sufrido fuertes pérdidas en vidas humanas y material
como consecuencia de los ataques de grupos terroristas armados
contra hospitales y personal médico".
En concreto, el gobierno denuncia un ataque contra el hospital Al
Naimi de Homs, en el que grupos terroristas armados robaron el
material, causaron la muerte de 15 médicos y otro personal sanitario
y 27 heridos "cuando intentaban transportar a heridos a los
hospitales".
Por último, tras reiterar su compromiso con el programa de
reformas iniciado por el presidente Al Assad, el Gobierno sirio
responsabilizó de estos actos a "partes externas, que están
financiando y armando a los grupos terroristas con el objetivo de
atacar infraestructuras públicas como hospitales y a personal
sanitario".