El
presidente cubano, Raúl Castro, y la presidenta brasileña, Dilma
Rousseff, alabaron hoy la puesta en marcha de la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) para enfrentar los
grandes retos de los países de la región, informa Prensa Latina.
Ambos mandatarios conversaron esta mañana sobre el excelente
estado de sus relaciones bilaterales y otros temas del ámbito
internacional, de acuerdo con un comunicado divulgado por el
noticiero de la televisión.
La primera jefa de Estado del gigante suramericano estuvo
acompañada del canciller Antonio de Aguiar Patriota, el asesor
especial de la presidencia, Marco Aurelio García, y el embajador en
La Habana, Jose Eduardo Martins Felício.
Por la parte cubana se encontraban el primer vicepresidente, José
Ramón Machado Ventura; el canciller Bruno Rodríguez y el embajador
en Brasilia, Carlos Zamora.
De acuerdo con la página oficial de la Presidencia de Brasil, en
su primera visita oficial a Cuba, Dilma defendió una "asociación
estratégica y duradera" para acelerar el desarrollo de Cuba.
En una conferencia de prensa después de visitar el Memorial José
Martí en Plaza de la Revolución, la presidente citó las inversiones
brasileñas en el puerto de Mariel y la financiación de algunas
producciones para el programa de alimentos en la Isla.
"La gran ayuda que Brasil va a dar Cuba es para contribuir a este
proceso, que ha erradicado problemas más graves como la pobreza a
pesar del sufrimiento por el bloqueo, el embargo y los obstáculos al
comercio. Yo creo que el gran compromiso, el gran aporte que podemos
hacer aquí en Cuba es ayudar a desarrollar su proceso económico ",
dijo la Presidenta.
Además de la cooperación económica, Dilma también se refirió al
tema de los derechos humanos, que dijo debe ser discutido en un
"enfoque multilateral".
"No es posible hacer política de derechos humanos como un arma de
lucha política e ideológica. El mundo debe estar convencido de que
todos los países del mundo deben asumir su responsabilidad,
incluyendo nosotros. ¿Quién tira la primera piedra sin tener un
techo de vidrio? Nosotros en Brasil tenemos lo nuestro. Por lo
tanto, me comprometo a hablar de derechos humanos desde una
perspectiva multilateral. Creo que este es un compromiso de todos
los pueblos civilizados. Hay aspectos que se deben considerar
necesariamente. De hecho, es algo que tenemos que mejorar en el
mundo en general. No podemos pensar en los derechos humanos como una
piedra que se juega sólo a un lado y no a otro."