Tal es el caso de la empresa Elio Llerena (Novalum), la cual —a
partir de los residuos de aluminio obtenidos durante el proceso
tecnológico y que antes eran vendidos como chatarra a las entidades
de materia prima—, emprendió la fabricación de jarros, pinzas para
hielo, cucharas, moldes de pizzas, grapas y otros útiles que hoy se
expenden en las entidades del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN).
Según Yuri Perdomo, director de la fábrica adscrita al Grupo
Industrial de Bienes de Consumo, perteneciente a la Industria
Sideromecánica, durante el 2011 el MINCIN les compró más de 25 000
jarros, alrededor de 2 000 juegos de pinzas... y para este año ya
fue contratado un volumen considerable de productos, cuyas ventas
equivalen al millón de pesos.
Si bien las cantidades pactadas no cubren la demanda total
—agregó el directivo—, constituyen una alternativa para aumentar la
presencia de algunos surtidos en dichas tiendas y permiten un mejor
aprovechamiento de los recursos disponibles, al tiempo que alertan
sobre la pertinencia de ejecutar otros proyectos de esta índole.
Unido a las variedades descritas, la empresa continuará, en este
2012, la confección de sus productos líderes: cubos, cántaras y
coladores para la leche, con planes que superan en los dos primeros
casos los niveles demandados en el año anterior. En ese periodo
fueron entregados 30 000 coladores, más de 31 000 cántaras y
alrededor de 45 400 cubos, tal como solicitaron los clientes,
concluyó Perdomo.