La inflación española cayó cuatro décimas en enero respecto al
mes anterior y situó su tasa interanual en 2,0 por ciento, informó
hoy aquí el Instituto Nacional de Estadística (INE).
De esa manera, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) encadenó
en el primer mes de 2012 su cuarto descenso mensual consecutivo y
marcó su valor más bajo desde agosto de 2010, cuando se ubicó en 1,8
por ciento, subrayó la oficina estadística del país ibérico.
En su versión avanzada, la moderación del IPC estuvo motivada,
fundamentalmente, a la estabilidad de los importes de la
electricidad y del tabaco, frente al repunte que experimentaron
ambos rubros en diciembre de 2011, indicó Prensa Latina.
El indicador adelantado es un avance del IPC, cuyo dato
definitivo se conocerá el 15 de febrero próximo y no suele variar de
forma significativa.
Por su parte, la tasa interanual de inflación armonizada, que
mide la evolución de los precios con el mismo método en los 17
países de la zona euro, mostró también una caída de cuatro décimas
en enero en relación con diciembre, hasta el 2,0 por ciento.
De confirmarse el dato de enero, significaría que la inflación
continúa en la senda de descenso iniciada en abril último, que fue
interrumpida en septiembre del ejercicio precedente, cuando la tasa
aumentó una décima, tras cinco meses consecutivos de declive.
Luego de cuatro meses de bajada, el IPC escaló dos décimas en
septiembre respecto a agosto, hasta instalarse en 3,1 por ciento,
recordó el INE.
Los precios empezaron a incrementarse en octubre de 2010, cuando
el IPC fue de 2,3 por ciento, y alcanzaron su máximo en abril de
2011, con 3,8 por ciento.
España cerró 2011 con una inflación de 2,4 por ciento, moderación
que estuvo inducida en gran medida por el transporte, que incluye
los importes de los carburantes y lubricantes, y de las bebidas
alcohólicas y el tabaco.