El gobierno japonés aprobó hoy varios proyectos de ley para
reforzar las normas de seguridad nuclear tras la tragedia en la
central Fukushima-1, decisión que coincidió con una visita aquí de
expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Las propuestas incluyen un plan para fijar eficazmente un límite
de 40 años en la explotación de los reactores, advirtió Prensa
Latina.
Pero también se prevé la posibilidad de extender en algunos casos
hasta 20 años la vida útil de esos equipos, aunque se aclaró que
ello será "extremadamente difícil" de lograr. La excepción es
criticada por muchos.
Japón cuenta con 54 reactores, varios de ellos camino a los 40
años.
Los proyectos facultan a las autoridades a ordenar la suspensión
de las citadas unidades si las instalaciones incumplen los
estándares tecnológicos modernos.
Estas iniciativas deben ser aprobadas por la Dieta (parlamento)
para su entrada en vigor.
Mientras, una misión del OIEA señaló hoy que las pruebas de
seguridad de este país, introducidas luego de la mencionada
tragedia, son "generalmente consistentes", con las normas de esa
entidad.
Ese criterio figura entre los resultados de la visita de nueve
días, incluidas inspecciones a plantas, que expertos del referido
organismo finalizaron en esta jornada. Sus conclusiones fueron
comunicadas a la Agencia gubernamental de Seguridad Nuclear e
Industrial.
Se espera que esa conclusión refuerce la campaña del Ejecutivo
para el reinicio de los reactores detenidos y evitar así una crisis
energética en el verano.
A pesar de ello, el Gobierno enfrenta el reto de restablecer la
confianza de la población en esa industria, luego de lo que
clasifica como la peor tragedia nuclear en 25 años.