La dirección de Protección Civil en Italia concluyó este martes
la búsqueda de cadáveres en la parte sumergida del crucero Costa
Concordia, encallado hace dos semanas frente a la isla de Giglio,
con saldo de 17 muertos.
Esa institución explicó en un comunicado que ya no existen las
condiciones de seguridad necesarias para trabajar en el interior del
casco, donde los buzos abrieron varias brechas a fin de agilizar el
rescate de los cuerpos, reporta Prensa Latina.
Responsables de esas operaciones informaron a los familiares y a
las embajadas concernidas sobre esa decisión, pero el comité creado
para afrontar la emergencia tomará las medidas definitivas al
respecto.
La búsqueda de 15 desaparecidos continuará en un área de hasta 18
kilómetros cuadrados alrededor del Costa Concordia, donde ubicaron
varios objetos que, según los investigadores, podrían ser más
cadáveres.
El naufragio fue consecuencia de un error del capitán Francesco
Schettino, en prisión domiciliaria, quien según su propia versión
violó el itinerario del viaje al desviarse hacia la isla de Giglio
para homenajear a un extrabajador del barco.
La nave, con cuatro mil 229 viajeros a bordo, chocó contra las
rocas y se le abrió un agujero de 70 metros en su casco.
Protección Civil estima que necesitarán entre siete y 10 meses
para reflotar los restos del buque, propiedad de la firma Costa
Cruceros.
Técnicos de la compañía holandesa Smit Salvage iniciaron el
sábado anterior la extracción de dos mil 380 toneladas de
carburante, pero el fuerte oleaje los obligó a aplazar esa maniobra
hasta mediados de esta semana, cuando se pronostica una mejoría de
las condiciones climatológicas.
Costa Cruceros acordó con algunas asociaciones de consumidores
pagar a cada sobreviviente del naufragio 11 mil euros de
resarcimiento por la pérdida de efectos personales y otros tres mil
euros para cubrir los gastos como consecuencia del accidente.
Sin embargo, muchos pasajeros consideran la oferta inadmisible y
reclaman una indemnización mayor.