El 4 de febrero de 1992, enmarca el camino y construye las bases
para el desarrollo del proyecto de la patria venezolana, afirmó este
martes Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional.
Al recordar aquel movimiento cívico-militar conocido como 4-F,
durante un recuento sobre su participación, el titular del
Legislativo explicó que ese alzamiento fue necesario para evitar que
continuara imponiéndose en esta nación el mecanismo económico
neoliberal que trataron de implantar en Venezuela en detrimento del
pueblo, reporta Prensa Latina.
El 4 de febrero de 1992 evitó un golpe de estado de derecha y la
instauración de una dictadura en el país, afirmó en entrevista para
el programa televisivo matutino Toda Venezuela.
A su juicio, las razones que tuvo la juventud venezolana de aquel
entonces para el alzamiento militar, no las tienen la de ahora, de
ahí la necesidad de recordar estos momentos, comparó.
Por eso, llamó a sumarse a la celebración y conmemoración de los
20 años del alzamiento militar el 4F, con actividades en varios
estados de territorio nacional, principalmente donde hubo
participación de ese movimiento como en Aragua, Maracaibo, Carabobo
y en esta capital.
Adelantó la realización de un desfile cívico-militar en la
Avenida de Los Próceres para recordar lo que el presidente de
Venezuela, Hugo Chávez, catalogara como un hecho necesario e
inevitable.
El 4F obedeció a un proyecto pensado, planificado durante años
(...) Si no es por el 4 de Febrero nosotros no estuviéramos aquí,
ese movimiento es el padre de la Revolución Bolivariana, expresó el
jefe de Estado en el 2011 durante la conmemoración de esta efeméride
ante miles de personas.
El 4 de febrero de 1992 unos dos mil 357 jóvenes militares
guiados por Chávez, entonces teniente coronel, se alzaron contra el
paquete de medidas económicas neoliberales del Fondo Monetario
Internacional (FMI) implementadas por el entonces mandatario
venezolano, Carlos Andrés Pérez.
Ese intento por derrocar al gobierno de Pérez y enrumbar la vida
del país por un camino de justicia social falló y todos los
participantes en esta acción fueron apresados.
Dos años después, durante la presidencia de Rafael Caldera, la
causa fue sobreseída y los militares fueron puestos en libertad.