Debates de las cuatro comisiones de la Primera Conferencia Nacional

Solo hay que cumplir lo que ya está escrito

Anneris Ivette Leyva y Heriberto Rosabal

Que la política de cuadros sea mejor reflejo de nuestra sociedad, siempre sobre la base del mérito y de los resultados; la promoción progresiva y sostenida de mujeres, negros, mestizos y jóvenes en los cargos de dirección, y la necesidad de renovarlos paulatinamente y definir los límites de permanencia en ellos, fueron algunos de los asuntos ampliamente debatidos en la Comisión 3, dedicada a la política de cuadros.

Abelardo Álvarez Gil, miembro de la presidencia de la Comisión, destacó que de los 15 objetivos que mayor número de opiniones recibieron, dentro de las generadas por el Documento Base de la reunión, seis se refieren a la política de cuadros.

Ratificó que la política de cuadros no debe comprender solo a militantes del Partido o la UJC. En cuanto a asegurar la calidad de los elegidos, agregó, lo que hay que hacer es realizar los procesos de selección como está establecido.

Tania Companioni, de Ciego de Ávila, señaló que la selección debe comenzar desde el trabajador y partiendo de la ejemplaridad. Para el cuadro del Partido, añadió, es obligación aprender de economía y conocer lo fundamental de los sectores en los que actúa, en intercambio constante con obreros, técnicos y especialistas.

Enfatizó en la importancia del control de los núcleos sobre la actuación del dirigente y su reserva, lo que incluye evaluar su comportamiento, exigirle cumplir lo que le falta para mejorar su desempeño y tener en cuenta las opiniones y críticas de sus subordinados.

Rosario Labrada, de Granma, coincidió con esos conceptos y propuso perfeccionar la labor de las escuelas provinciales del Partido, en especial el estudio de temas económicos. Al respecto, Jorge Luis Guerrero aprovechó para informar a los delegados que en febrero próximo 1 100 cuadros de Gobiernos territoriales y empresas nacionales se incorporarán a diplomados sobre Administración y Dirección empresarial en esas escuelas.

En otro momento del análisis y en relación con las condiciones que deben tener los cuadros, hubo consenso en que dentro del propio documento, la superación se concibe de manera integral, incluyendo lo económico y lo jurídico

Exigir que los cuadros sean promovidos en concordancia con los resultados, fue otro de los planteamientos en relación con este asunto.

Intervinieron en el punto Mariela Dulzaide Iglesias, de Cienfuegos; Deyvis Pérez Martín, de Sancti Spíritus; Luis Dael San Miguel Nápoles, de Granma, y Heberto Callard García, de Santiago de Cuba.

La selección debe estar basada en la gradualidad, en los resultados, si no, vienen los errores y problemas, y para evitar que estos ocurran, se dijo, "todo está escrito, lo que hay es que cumplirlo". No debe ser, se planteó también, que haya cuadros, sobre todo provenientes de la UJC, que se gradúan como profesionales y pasan a ocupar cargos sin ejercer lo que estudiaron, sin experiencia laboral.

La promoción progresiva y sostenida de mujeres, negros, mestizos y jóvenes en los cargos de dirección, fue ampliamente respaldada. Se insistió en que no debe ser una cuestión coyuntural, sino un objetivo sostenido, y que el fin no es lograr equilibrios estadísticos, sino que la política de cuadros sea más un reflejo de nuestra sociedad, siempre sobre la base del mérito y de los resultados.

Jorge Luis Guerrero precisó que al cierre del 2011 las féminas en la nómina de cuadros del país aumentaron en un cinco por ciento y representan el 37 % de los cargos en organismos centrales del Estado y más del 41 % en el Poder Popular, entre otros avances.

Camilo Vidal, de Sandino, Pinar del Río, expuso que en los últimos diez años han sido mínimas las cifras de negros y mujeres en cargos en la dirección del Partido en ese municipio, situación que ha comenzado a cambiar, agregó.

El déficit de mujeres en puestos de dirección sucede incluso en Educación y Salud, donde la fuerza femenina es muy numerosa, expuso Hildelisa Romero, de Colón, Matanzas, donde también la promoción de jóvenes se da como excepción.

La necesidad de renovar paulatinamente los cargos de dirección y de definir los límites de permanencia en estos por tiempo y edades, también fue objeto de análisis. Julio César Rodríguez, de Pinar del Río, consideró estratégica esta decisión que contribuiría a rejuvenecer las plantillas de cuadros y a evitar el inmovilismo y la inercia.

Sobre los rasgos que deben ser comunes al estilo de dirección de los cuadros, Marcia Agüero, de Holguín, coincidió en que el documento precisa los fundamentales: agilidad e iniciativa en la toma de decisiones, intransigencia ante lo mal hecho, vínculo con las masas, y sensibilidad humana y política.

Del trabajo con la reserva y la responsabilidad de los jefes en su selección, preparación y promoción, Jorge Luis Puente Fernández, de Pinar del Río, señaló que no debe quedarse en papeles, ni actualizarse formalmente cuando se anuncia un chequeo, como sucede.

Nidia Pinos, de Artemisa, refiriéndose al deber de los cuadros de cumplir con la legalidad, destacó lo referido a la contribución al fisco por las empresas, en lo cual son regulares las dificultades.

Acerca del control del Partido sobre la política de cuadros, Julio César García, de Camagüey, consideró que ha habido falta de disciplina y rigor. En ese sentido, Manuel Pardo Mengana, de La Habana, resaltó el desconocimiento entre los propios militantes de los documentos rectores del Partido.

La evaluación de quienes ocupan cargos de dirección fue también examinada y se insistió en que debe ser sistemática, oportuna en los señalamientos y priorizada por las organizaciones de base del Partido.

Gladys Bejerano Portela, a propósito de una intervención anterior, coincidió en que es importante evaluar a los cuadros desde el punto de vista ético, pero, alertó, sin desvincular ética del desempeño de la responsabilidad concreta, de la eficiencia económica y la custodia de los bienes del pueblo, por ejemplo.

En cuanto al papel de las escuelas del Partido en la preparación de cuadros políticos y otros, Rosario Pentón Díaz, rectora de la Escuela Superior del Partido Ñico López, opinó que para fortalecerla son elementos básicos la autosuperación, la relación adecuada entre lo teórico y lo práctico, la superación general y la específica y la medición de conocimientos en sus aplicaciones concretas.

Jorge Cuevas Ramos, delegado por Holguín, cerró este análisis señalando la necesidad de la preparación de los cuadros, para poder cumplir en la práctica los acuerdos del 6to. Congreso del Partido. Hay que conocer la esencia de lo que debemos controlar, señaló, y en ello tienen un papel importante estas escuelas.

Con 37 intervenciones de los delegados se desarrolló el debate de esta Comisión en la Primera Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba.

 

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