Los jefes de clanes y tribus de Siria reunidos en asamblea hoy en
Raqqa, en el norte del país, ratificaron que, junto al pueblo,
enfrentarán lo que calificaron de conspiración extranjera y
expresaron apoyo al gobierno.
En declaraciones a la televisión, el jeque Saleh al-Nuemi,
principal organizador de ese foro, señaló que estas comunidades que
por lo general habitan zonas rurales del país, particularmente en el
norte, están conscientes de la necesidad de defender la unidad
nacional.
Esta asamblea de sabios y figuras respetables en Raqqa, capital
de la provincia homónima, no es la primera de su tipo, pues ya
celebró una similar en Daraa en marzo de 2011.
Al-Nuemi refirió que los clanes en ese momento jugaron un papel
reconciliatorio en calmar la situación en esa ciudad como siempre
han hecho en el pasado.
De acuerdo con Prensa Latina, el director de Asuntos y Cultos
Islámicos de Raqqa, jeque Abdullah Saleh, advirtió que con la
campaña anti-siria se está atacando a toda la nación árabe e
islámica.
Calificó de sin precedente la instigación mediática basada en
mentiras y falsedades, ofensiva -denunció- en la que algunos canales
que dicen ser religiosos incluso utilizan y manipulan fatwas
(edictos islámicos) en los que llaman al derramamiento de la sangre
siria.
Citada por la agencia de noticias SANA, la escritora Najah
Ibrahim aseguró que este país nunca conoció de división, racismo o
sectarismo a lo largo de su historia, y llamó a los intelectuales a
enfrentar la crisis que ha sido impuesta desde el exterior en el
país.
Medios sirios difunden hoy que la Conferencia de Partidos Árabes
que se desarrollo el fin de semana en Amman, Jordania, condenó a la
Liga Árabe por ponerse al lado de los enemigos de la Nación para
atacar a Siria e ignorar la realidad que develó el informe de la
misión observadora.
Vemos las resoluciones de la Liga Árabe como un aliento a los
grupos armados terroristas que perpetran crímenes en Siria contra la
población civil y destruyen la infraestructura, subrayó en una
declaración la Secretaría General de la Conferencia.
Con esa negativa postura, la Liga Árabe es cómplice del
derramamiento de sangre y destrucción, y sirve a los centros de
intereses que quieren internacionalizar la crisis, denunció el foro.