El ministro ruso del Exterior, Serguei Lavrov, consideró este
lunes lógica la reacción de Irán ante sanciones unilaterales de la
Unión Europea (UE), al suspender su suministro a ese bloque, que
tampoco conducirá a nada bueno.
Aquí vemos que cualquier acción impulsa a una reacción, declaró
Lavrov en conferencia de prensa desde Auckland, Nueva Zelanda,
citado aquí por la versión en español del canal Russia Today (RT) ,
reporta Prensa Latina.
Rusia siempre explica que en la mayoría de los casos, las medidas
punitivas no solo no funcionan, sino que también son improductivas,
explicó el jefe de la diplomacia rusa.
La UE aprobó el pasado lunes un grupo de nuevas sanciones
unilaterales contra Irán, incluido un embargo a la venta del crudo,
en medio de las advertencias de ese país persa de que ello sería un
suicidio económico para el llamado viejo c continente.
En respuesta a las medidas anunciadas por el bloque comunitario,
los parlamentarios iraníes propusieron congelar de inmediato las
entregas de hidrocarburo a la UE, en lugar de esperar al
cumplimiento de sus compromisos, previstos hasta julio próximo.
De acuerdo con el ministro iraní de Petróleo, Rostam Gasemiran,
algunos países dejarán en breve de recibir el crudo de su país y
estimó que las restricciones europeas de ninguna forma perjudicarán
al sector de los hidrocarburos de Teherán, señala RT.
Nuestro país cuenta con otros mercados de venta de petróleo y el
de la UE apenas representa el 20 por ciento del total, aseguró el
ministro iraní.
La entidad comunitaria aplicó el nuevo paquete de sanciones bajo
el pretexto de que Teherán incumple sus compromisos de colaborar con
el Organismo Internacional para la Energía Atómica para demostrar
que carece de intenciones de desarrollar el arma nuclear.
El Estado persa defiende su derecho a producir combustible para
sus centrales nucleares y al uso pacífico de la energía atómica.
Israel, que se estima posee un arsenal de unas 200 ojivas
nucleares, amenaza con asestar golpes contra instalaciones nucleares
de Irán, país al que considera una amenaza para la región.
En 2007, la fuerza aérea sionista destruyó una instalación
nuclear en la vecina Siria, donde mantiene ocupadas las alturas del
Golán.