El jefe del Pentágono, Leon Panetta, confirmó que Estados Unidos
retirará al menos dos brigadas de combate de Europa, un movimiento
militar que se traduciría en ocho mil soldados fuera de ese
territorio.
La decisión del Departamento de Defensa es otra consecuencia de
la etapa de austeridad y ahorro que defiende la Casa Blanca, luego
de un año 2011 sorteando desbalances fiscales en la mayoría de los
programas gubernamentales, reporta Prensa Latina.
Ante reporteros y en diálogo con el mayor general Dana Pittard en
la base Fort Bliss, de Texas, Panetta explicó que las orientaciones
priorizarán en lo adelante retornar tropas, en lugar de reubicarlas
geográficamente en el extranjero.
El Secretario de Defensa agregó que en el futuro inmediato tienen
previsto otros movimientos rotacionales de fuerzas activas en
terrenos de Africa y América Latina, pero siempre los contingentes
estadounidenses garantizarán una presencia significativa, dijo.
El pasado 5 de enero el presidente Barack Obama anunció una nueva
estrategia militar con un recorte progresivo en el gasto de defensa,
la reducción del número de elementos y un énfasis en Asia y el
Pacífico.
Nuestro ejército será más pequeño, pero Estados Unidos mantendrá
la superioridad con unas fuerzas armadas ágiles, flexibles y
preparadas para un rango completo de contingencias, acotó el
mandatario demócrata.
Obama ya decidió reducciones de 489 mil millones de dólares en 10
años en el presupuesto de defensa, un acápite que afronta otros 600
mil millones en contracciones después de que el Congreso no
consiguiera resolver el desmesurado déficit fiscal y el techo de
endeudamiento.
El presupuesto de defensa de Estados Unidos incluye, además del
gasto militar, los costos del espionaje, de investigaciones sobre
armamentos y programas nucleares.
Esos gastos crecieron desde 300 mil millones de dólares en 2000
hasta 702 mil millones de dólares en el período fiscal 2012.
La retirada de las brigadas de combate desde Europa, un proceso
cuya fecha no ha sido precisada, fue interpretada por analistas del
diario The Washington Post como un relativo alejamiento del
Pentágono de sus tradicionales aliados en el llamado viejo
continente.