Una representación de la dirección nacional de la Central de
Trabajadores de Cuba (CTC) en visita de solidaridad en Siria,
fustigó la campaña mediática cargada de falsedades contra el pueblo
sirio.
En declaraciones a Prensa Latina, Raimundo Navarro, expresó que
una cosa es lo que lees en Internet, escuchas o ves en los canales
satelitales, y otra lo que observas en la realidad de la vida
cotidiana y laboral de la gente aquí.
Navarro y Ernesto Rodríguez viajaron a Damasco para expresarle a
los trabajadores y pueblo sirios el respaldo y solidaridad del
movimiento sindical cubano de forma directa, manifestaron.
De acuerdo con el programa de la visita, que concluye el domingo,
la representación cubana visitó fábricas, centros sociales y de
fomento cultural, intercambió con trabajadores locales, recorrió
sitios históricos, y fue recibida por el gobierno de la provincia de
Quneitra, sureña comarca colindante con Israel en la zona de las
Alturas del Golán.
En las últimas semanas han llegado aquí en gesto de solidaridad y
apoyo numerosas delegaciones de varios países, incluidas
representaciones de las comunidades sirias en el exterior.
Navarro señaló que existe una gran diferencia entre lo que
propalan los canales en la campaña anti-siria y lo que se observa en
las calles, en los centros de trabajo.
Hemos notado un gran apoyo al presidente Bashar al-Assad, así
como una confianza y firmeza en la gente que prosigue su vida,
cumple con sus tareas cotidianas y laborales, a pesar de la crisis
que le han impuesto a este pueblo que no lo merece, relató.
Vimos a un pueblo -añadió- que reconoce los beneficios del
proyecto social que han estructurado, aún con sus limitaciones, pero
con el que las autoridades se esfuerzan por satisfacer las
necesidades de la población.
Igualmente, notamos el respaldo de la gente al proceso de
reformas que se lleva a cabo, manifestó el dirigente sindical
cubano, quien describió como muy impresionante la visita realizada a
Quneitra, localidad que fue dinamitada por el Ejército israeli en su
retirada después de la guerra de 1973.
Ambos dirigentes sindicales cubanos coincidieron en que lo que
más le impresionó es la sonrisa en el rostro de los sirios, su
amabilidad y afabilidadm así como "el conocimiento que tienen y
admiración que sienten por Cuba y su histórico líder Fidel Castro".