"Nunca he salido al mar. Le tengo respeto", confiesa Gandoy,
aunque advierte que ello no le ha impedido defender durante casi
tres décadas los intereses de los pescadores.
Su trayectoria laboral, tras su decisión de comenzar a trabajar a
los 17 años de edad, mientras cursaba el tecnológico, es de admirar.
Comenzó como fregador de cajas en el combinado pesquero de La
Coloma, al sur de Pinar del Río, y poco después pasó a la brigada de
estibadores, donde se mantiene hasta hoy.
"Es una tarea fuerte. Por nuestra industria pasa el 80 % del
bonito y alrededor del 40 % de la langosta que se captura en el
país".
No obstante, el alto volumen de carga no constituye el mayor
reto, sino las bajas temperaturas a las que se someten las distintas
producciones.
"Yo trabajo a menos 20 grados, el nivel requerido en los túneles
de congelación. Y aunque contamos con todos los medios de protección
necesarios (abrigos, gorros, guantes), hay momentos en los que
tenemos que salir afuera, porque el frío es demasiado".
Pero esta no es la única actividad en la que interviene. Aparte
de su labor en el combinado pesquero, Gandoy acumula 105 donaciones
de sangre y varios miles de horas voluntarias en la construcción y
la agricultura.
"Sumando el tabaco, el tomate y la zafra azucarera, he
participado en 39 campañas, y he ayudado a levantar varias obras de
impacto social, como el poblado de La Coloma, la ampliación del
Hospital Pediátrico de Pinar del Río y la sala de acompañantes del
Hospital Abel Santamaría.
"Donde primero participé fue en La Coloma, que era un barrio de
casas de guano, donde las aguas albañales se encharcaban frente a
las viviendas, hasta que por idea de Fidel se mejorararon las
condiciones de vida de los pescadores, y se hicieron edificios,
calles, escuelas, centros de recreación¼
"En aquella época, terminaba mi jornada en el Combinado y me iba
a dar pico y pala en la construcción".
Luego continuaría participando en tareas de prioridad durante los
meses de veda para la pesca (de febrero a junio), cuando el nivel de
actividad en el Combinado se reduce notablemente.
"Todavía me mantengo haciéndolo. En febrero y marzo me voy a
apoyar la campaña de tabaco, y cuando esta termina, paso para la
construcción".
Durante ese tiempo, su aporte no se limita a respaldar
actividades donde escasean los brazos. De los ingresos percibidos
entre 1980 y el 2011, ha aportado 6 000 pesos para sufragar los
gastos de las MTT.
"Me siento orgulloso cuando veo terminada una obra en la cual yo
participé. Es lo que me pasa, por ejemplo, con el Hospital
Pediátrico, uno de los centros más sensibles de esta provincia,
porque en él se atiende a los niños".
En reconocimiento a esta dedicación, sus compañeros de trabajo
comenzaron a elegirlo como su representante. Así se convirtió en el
secretario del sindicato, en vanguardia nacional y en delegado a 10
congresos de diferentes organizaciones, incluyendo el VI de la UJC y
el V del Partido.
Además, es integrante de la Asamblea Provincial del Poder Popular
y del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba.
A pesar de todos los cargos, sin embargo, Gandoy permanece
vinculado a la producción, la responsabilidad más importante de
todas, según dice, porque "el único camino que tenemos los cubanos
para salir adelante es el trabajo. No hay otra forma de resolver los
problemas que tenemos".