A la vuelta de 12 meses… ¡Los mejores!

HAROLD IGLESIAS MANRESA
harold.iglesias@granma.cip.cu

Al término de cada año, seleccionar a los mejores deportistas de Cuba se torna tarea harto difícil. En especial, por la calidad de nuestros atletas y sus rendimientos, fundamentalmente en este 2011, cuajado de hazañas en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, y con el termómetro de numerosos campeonatos mundiales, preludio de la cita olímpica de Londres’12.

  Foto: Ricardo López Hevia

Julio César La Cruz ansía el oro olímpico que le falta en sus vitrinas.

 

En Londres, Yarelis dará otra muestra de su estabilidad, ojalá sea dorada.

La cima de esta pirámide la deben ocupar la discóbola Yarelis Barrios y el boxeador Julio César La Cruz.

La pinareña, de 28 años de edad, llevó la constancia de los entrenamientos al campo de batalla, y la conjugó con su extrema competitividad, fuerza natural y coordinación del giro, para estabilizar sus envíos por encima de 64 metros, aunque al decir de su entrenador Raúl Calderón, tiene para superar los 66.50 antes de Londres’12.

Y ya dio señales sólidas en Guadalajara, al llevar su marca personal y fijar la supremacía continental en 66.40. Ese palmarés fue el colofón de un año lleno de éxitos, como su tercera presea en lides del orbe, bronce en Daegu con disparo de 65.73. A ese rendimiento entre la elite del planeta sumó el segundo diamante a sus vitrinas, pues al igual que en el estreno del 2010 se apoderó del sitial de honor con 14 puntos, avalada por los 65.33 de la final de Bruselas (segunda). Antes había debutado dorada en Roma, el 26 de mayo con 64.18, repitiéndole la dosis a sus rivales el 30 de junio en Lausana gracias a un 64.29, para luego afianzarse con el segundo escaño de Mónaco, el 22 de julio (65.44).

Del campo a los puños, esos del agramontino de 22 abriles, La Cruz, uno de nuestros dos únicos monarcas universales y quien recientemente se tituló en el Playa Girón de boxeo, para sellar un año prácticamente impecable: solo dos derrotas en el memorial Bocskai de Hungría y el Strandzha de Bulgaria, con 34 victorias. Lo más notorio en esa cadena: sus cetros mundialista en Bakú y de América en tierras tapatías. Su trayectoria estuvo marcada, además, por su confianza y precisión, tanto a la ofensiva como a la defensa. Algo sumamente alentador, La Cruz siempre destacó por su esquiva, y ahora el ataque será arma fundamental para imponerse a escenarios y arbitrajes adversos.

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Ocupados los asientos de honor en uno y otro sexos, no deja de tensarse la cuerda, pues una relación de diez agraciados no basta para abarcar a todos los jóvenes con méritos.

Un pertiguista y un judoca encabezan este segmento de la nominación, pues la magnitud de sus hazañas se puede catalogar de inédita.

Lázaro Borges, para muchos desconocido hasta su plata de Daegu y ese estirón sobre los 5.90 metros, con tope nacional incluido y segunda mejor marca anual. Confianza en sí mismo fue la divisa de este capitalino de 25 años, que debutó con bronce en la gira europea, antes de una estela de 15 mítines en los que brilló con ocho primeros lugares y cinco terceros. Con esas credenciales no podía ser otro su cierre que el brillo dorado panamericano con cota de 5.80.

En el tatami, los kumis e ippones del villaclareño de 22 abriles Asley González. Su hazaña pasa por ser la primera ocasión en la que un judoca ostenta mejor ubicación en el ranking que todas sus homólogas: séptimo con 888 unidades en escalafón dominado por el griego monarca olímpico de Beijing’08 y mundial de París’11, Ilias Iliadis (1 646), a quien Asley derrotó recientemente en el Grand Slam de Tokio donde en definitiva concluyó segundo, al igual que en el de Río de Janeiro y en Guadalajara. Sobre sus hombros, la condición de ser el único medallista individual de la disciplina en la justa de la Ciudad Luz, además de su cetro en el Panamericano del deporte.

Volviendo al deporte rey, tenemos a otros atletas de estabilidad sostenida y competitivos in extremis: el decatlonista Leonel Suárez, el jabalinista Guillermo Martínez, el as olímpico y recordista mundial de los 110 con vallas, Dayron Robles y la pertiguista Yarisley Silva. Estos tres mosqueteros estamparon sus nombres en la página de recordistas continentales.

Leonel, sus 8 373 puntos, que si bien fueron menores que los 8 501 bronceados de Daegu, tienen enorme valor, pues a esa altura del año y con cuatro decatlones pesando en su organismo, la condición de más completo le quedó a la medida. Además, cerró a sus 24 años en la cúspide del World Challenge de pruebas combinadas. Esa misma posición cimera mereció el vallista guantanamero Robles en la II Liga de Diamante con 16 rayas gracias a sus primeros puestos de París (13.09 segundos), Londres (13.04) y Zurich (13.01), para desquitarse de su descalificación en Daegu, lo mismo que su cierre a todo tren, con crono único de 13.10 en Guadalajara.

Allí mismo brilló la primacía del dardo de Guillermo (87.20 metros), aunque antes en la cita del orbe, y a pesar de acusar molestias, un primer envío de 84.30 lo volvió a llevar al podio, esta vez con bronce, en tanto también sobresalió Silva, quien con 4,75 metros desbancó a la campeona mundial Fabiana Murer, de Brasil.

A fuerza de llaves, desbalances, jabs, opper y swines se colaron en esta vanguardia el cuatro veces rey del planeta y as olímpico Mijaín López (120 kg), quien tuvo en el turco Riza Kayalp la piedra de su zapato. Claro que todos, tratándose de Mijaín, siempre esperan el oro, luego se reivindicó en Guadalajara.

Del colchón a todo tren al cuadrilátero, con la misma historia vivida por el pugilista agramontino Yasniel Toledo (60), solo cuatro reveses en el año, uno de ellos ante el extraclase ucraniano Vasyl Lomachenko en la final del Mundial de Bakú. De Lomachenko baste decir que fue designado el boxeador más técnico de Beijing’08.

También potentes sobre el colchón dos gladiadores de la misma división (66 kg) pero diferentes estilos: el grequista Pedro Isaac y el librista Liván López, ambos vestidos de bronce entre lo mejor de lo mejor, y luego reyes de este hemisferio en la capital del estado de Jalisco, en tierras mexicanas.

En ese escenario, de la piscina del Centro Acuático Scotiabank, brotaron dos de los momentos más emocionantes de los Juegos Panamericanos: las preseas de plata (48.34) y bronce (22.15) del librista Hanser García en los 100 y 50 metros, respectivamente, alegría que no vivía la natación cubana desde Winnipeg’99. Esos registros lo colocan en los puestos 12 y 25 del ranking mundial en el estilo más fuerte de la natación y de paso lo hacen merecedor de la marca olímpica requerida.

En la categoría de novatos dos merecen compartir los honores, el boxeador vueltabajero Lázaro Álvarez (56 kg), as del orbe y continental y la ciclista Arlenis Sierra, dueña de la ruta Panamericana en un sábado de gloria e historia. Por primera vez tres pedalistas de una misma nación coparon el podio de premiaciones, junto a ella sus coequiperas Yumari González y Yudelmis Domínguez.

Igualmente tuvieron un desempeño encomiable en este 2011 la corredora Adriana Muñoz con su dupleta dorada en los 800 y 1 500 metros en Guadalajara, el pesista Yoelmis Hernández (85kg), las judocas Yanet Bermoy (52) e Idalis Ortiz (más de 78), la propia Yumari y Lisandra Guerra sobre las bielas; el ajedrecista Leinier Domínguez, el badmintonista Osleni Guerrero, el kayacista Jorge García, el voleibolista Wilfredo León y el pelotero José Dariel Abreu, entre otros. A todos ellos nuestra mención, con la esperanza de que tengan un brillante 2012 bajo los cinco aros.

 

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