Para leer los tesoros de nuestra memoria musical

Ricardo Alonso Venereo

El sello editorial del Museo Nacional de la Música ha devenido eficaz vehículo para el rescate y promoción de nuestra memoria sonora.

Prueba de ello es la acogida recibida por los ocho títulos más recientes, cada uno de ellos sustentado por valiosas investigaciones: Grupo Renovación Musical de Cuba, de varios autores; Del rito al mito en la música de Leo Brouwer, también de varios autores; Sindo Garay: memorias de un trovador, de Carmela de León; Ñico Rojas, de Ivón Peñalver; El arte de Benny Moré. Ofrenda Criolla II y El Conjunto Casino, ambos de José Reyes Fortún; Lo permanente en nuestra música, de María Antonieta Henríquez y Trío Matamoros: treinta y cinco años de música popular cubana, de Ezequiel Rodríguez Domínguez.

Para el Premio Nacional de Edición y también musicólogo Radamés Giro, al frente del sello, el mayor valor de este esfuerzo editorial reside en que las obras publicadas hasta hoy y las que ya forman parte del plan editorial de los años 2012 y 2013 se publican por primera vez. Aunque también se proyectan reediciones muy especiales, como la de La Habana artística. Apuntes históricos, de Serafín Ramírez, considerada obra fundacional de la musicología cubana. Este libro singular fue publicado en 1981 y volverá a salir prologado y anotado por la doctora Zoila Lapique.

Entretanto, Jesús Gómez Cairo, director del Museo, institución que está celebrando el aniversario 40 de su creación, destacó en la línea editorial la publicación de expertos e investigadores de cualquier sitio del país, siempre que sus aportes resultaran sustantivos para la historia de la música cubana.

 

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