Astrónomos estadounidenses ubicaron un sitio galáctico de rayos
cósmicos alimentado por un grupo de jóvenes estrellas supermasivas,
publica la más reciente edición de Science.
Se trata de una enorme burbuja de gas muy caliente y enrarecido,
que mide más de 100 años luz de diámetro. Su localización fue
lograda siguiendo las trayectorias de numerosos rayos cósmicos con
el satélite Fermi, de la NASA, reporta Prensa Latina.
Los rayos cósmicos llegan a nuestro planeta en forma de lluvia de
partículas y están constituidos por protones muy energéticos,
núcleos atómicos o electrones sueltos que llegan desde el espacio
exterior.
Descubiertos en 1912 por el físico austríaco Victor Hess, desde
entonces los investigadores intentan descifrar su procedencia exacta
y, sobre todo de qué manera obtienen energía.
Este segundo aspecto acaparará la atención de la comunidad
científica, que presupone varias teorías. Una de ellas plantea que
este fenómeno puede estar provocado por una única onda de choque
generada por una supernova.
También podría ser la acción combinada de diferentes ondas de
choque, sugieren.