Máquinas de matar al estilo americano

CLAUDIA FONSECA SOSA

Con los ataques de aviones no tripulados que impulsa Washington en las zonas tribales de Paquistán, uno no sabe ya a qué atenerse. Una publicación del diario The Wall Street Journal así lo resume: "Se dispara a combatientes vinculados a grupos terroristas, pero sus identidades no siempre se conocen".

Los civiles paquistaníes manifiestan su indignación por los sucesivos ataques de drones.

Un informe del Centro de Monitoreo de Conflictos señala que las recientes arremetidas de estas aeronaves sobre territorio paquistaní tienen "un enfoque punitivo", ya que pretenden castigar a Islamabad por una supuesta colaboración con la red Haqqani. Se trata —en efecto—, de una guerra aún no declarada, cuyas principales víctimas han sido civiles.

Steven Zaloga, historiador estadounidense que ha estudiado durante 36 años las tendencias mundiales en materia de armamentos, explica que los llamados drones —creados por la CIA—, se manejan a cientos de kilómetros del campo de batalla y permiten que la fuerza militar ejerza su poder, minimizando las pérdidas de efectivos. Estos aviones espías están equipados con sensores electrónicos para el reconocimiento y misiles de precisión matemática; cual máquinas de matar.

El también miembro del Teal Group, una renombrada firma consultora de defensa en Farfaix, Virginia, asegura que en el 2002 el Pentágono gastó alrededor de 550 millones de dólares en la compra de aviones teledirigidos y que en el año en curso, la cifra roza ya los 5 000 millones. Además, estima que las ventas globales de estos equipos llegarán a 94 000 millones de dólares en la próxima década.

No obstante, de los 40 países poseedores de aviones no tripulados —según Naciones Unidas—, solo Estados Unidos, Israel y Gran Bretaña los han utilizado con fines bélicos. El resto los emplean con el propósito original con que se diseñaron: el reconocimiento aéreo.

De hecho, Israel —principal aliado de la Casa Blanca en Oriente Medio— es el segundo exportador de esta tecnología a nivel mundial, con una gama de modelos amplísima: desde micro-drones como el Mosquito que pesa solo 250 gramos, el Ojo de Ave que dos soldados podrían transportar en sus espaldas, hasta el Pantera, acarreado por tanques, capaz de volar hasta 60 kilómetros tras las líneas enemigas y transmitir imágenes en vivo. Aunque su producto insignia es el Heron, de cinco toneladas métricas, con poderosísimos misiles.

El analista norteamericano añade que estas maquinarias son comparativamente más baratas que otras utilizadas antes por el Ejército de su país y que el hecho de que disminuya la posibilidad de bajas en sus filas —tan desgastadas por las sucesivas guerras del imperio—, los convierte en "los preferidos" de la Casa Blanca.

Se estima que al menos unas 2 300 personas han sido asesinadas en la cacería de miembros del Talibán a lo largo de la frontera entre Paquistán y Afganistán. Allí, la agresión aérea es cada vez más frecuente.

Un informe de la Oficina de Periodismo de Investigación en Londres, dio a conocer en octubre que de las 300 embestidas con drones que tuvieron lugar desde junio del 2004 en territorio paquistaní, 248 ocurrieron durante la administración de Barack Obama. El actual ocupante del Despacho Oval envía aviones equipados con misiles una vez cada cuatro días, mientras su antecesor, George W. Bush, lo hizo una vez cada 47 días.

La fuente señala que la Fuerza Aérea estadounidense tiene una flota de 230 aeroplanos teledirigidos y, en la actualidad, entrena a más pilotos para operaciones con estos que para cazas de combate. La mayoría de los drones en uso son del modelo Predator (Depredador, en su traducción al español), que se mantienen en el aire por 36 horas consecutivas y disparan a sus objetivos con misiles Hellfire (Infierno de fuego), que Obama insiste en calificar de "muy precisos".

En contraste, Chris Woods, jefe de la oficina de investigaciones de guerra encubierta del Pentágono, dijo al diario Dawn que en el 2011 los aviones de la CIA atacaron Paquistán en 66 oportunidades. Más del 20 % de los muertos ocasionados fueron civiles. ¿Qué pasa entonces con la aludida "precisión" de los controles remotos?

Para Obama, los drones son las "armas milagrosas" que le permitirán abrirse paso a bombazos hacia "la victoria en la Guerra contra el Terrorismo". Su uso se ampara en directivas establecidas por Bush: "los responsables de ataques terroristas pueden ser perseguidos en todas partes, en todas las formas", lo cual concede al presidente el derecho —y por ende, la responsabilidad— de utilizar drones en "obligada autodefensa". La pregunta sería entonces: ¿qué le han hecho los civiles paquistaníes al Premio Nobel de la Paz?

 

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