BERLÍN. — Cadenas humanas de miles de manifestantes estremecieron
este sábado el centro financiero de Fráncfort y los alrededores del
gobierno y el parlamento alemán, en Berlín, contra el poder de las
instituciones financieras y la avaricia del capitalismo.
Integrantes del movimiento Occupy, de Alemania, acamparon esta
semana en las cercanías de la sede del Banco Central Europeo en
Fráncfort y en las proximidades de la Cancillería Federal, en la
capital, en solidaridad con los indignados de Nueva York y de otras
partes del mundo, hartos de la codicia y de las impopulares
políticas de austeridad.
Con pancartas de reclamo Democracia real ahora o El mundo no es
una mercancía, unos ocho mil inconformes según estimados de la
policía- desfilaron desde la berlinesa plaza Washington hasta la
Cancillería Federal y el Reichstag. Se calcula que unas 10 mil
personas marcharon este sábado por el distrito financiero en
Fráncfort.
Asistieron a la protesta activistas de la organización
altermundista Attac, la red Compact, la Federación Sindical Alemana,
el sindicato Verdi, uno de los más numerosos y agrupaciones
ambientalistas.
Para el Partido Comunista Alemán, el movimiento de indignados,
aun cuando sea difuso, demuestra una postura crítica común frente al
sistema capitalista actual y constata la crisis de legitimación de
la ideología y la política neoliberal.
Es la base y el denominador común de toda la población, afirmó la
organización en un comunicado.
También el partido Die Linke (La Izquierda) concibe el movimiento
de los indignados, que se fortalece en Alemania, como una respuesta
adecuada a la política que llevan a cabo los gobiernos europeos y el
liderazgo de la Unión Europea para rescatar a los bancos y remunerar
con nuevos fondos a los culpables de la crisis, sostiene.