QUITO. — El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, defendió este
sábado la minería responsable como uno de los puntales más
importantes del progreso, lo cual dijo demuestra el Índice Mundial
de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas.
Este índice, señaló en su rendición de cuentas sabatina en
Píllaro, provincia de Tungurahua, ubica a Australia como la segunda
nación mundial en este sentido, siendo una potencia minera, y a
Noruega en primer lugar, un país petrolero.
"La minería fue la que ayudo a Australia a alcanzar el
desarrollo", afirmó el mandatario, desmintiendo que esa actividad,
por sí misma, destruya el ambiente y los países, como dicen quienes
se oponen a la explotación de los recursos naturales que posee
Ecuador.
Al informar sobre la visita que hizo hace pocos días al cerro de
Quimsacocha, reiteró que ese sector no se verá afectado por el
proyecto minero, pues la zona donde se ejecuta el proyecto no ha
tenido impacto ambiental como quisieron hacer creer ciertos grupos
opositores.
El cerro de Quimsacocha está en la cordillera occidental, a 35
kilómetros al sur de la ciudad de Cuenca, y allí nace el río
Yanuncay que abastece de agua potable a un tercio de la ciudad, cuya
eventual contaminación por la minería plantean esos grupos.
Se trata, recalcó Correa, de un ecosistema andino formado por
humedales y lagunas, y bajo ningún concepto se afectará a esta
cuenca hidrográfica.
Tal vez el error es que se llamó al proyecto Quimsacocha, pero no
tiene nada que ver con las lagunas, pues los yacimientos mineros
están a más de cuatro kilómetros de distancia, explicó.
"Si no quieren minería, díganlo así, de frente", manifestó en
alusión a quienes se oponen a la explotación minera en Azuay
encabezados por el prefecto provincial, Paul Carrasco, quien dijo
propuso la creación de una empresa minera provincial, cuando era
simpatizante del Gobierno.
No se puede concebir la vida moderna sin minería, acotó el
mandatario, y advirtió que si en la zona, finalmente, no hay
explotación minera, existe el riesgo de convertirse en otra Nambija
(invasiones incontroladas de mineros artesanales), pues se conoce
que el sector alberga yacimientos auríferos.
El Gobierno, con un razonamiento lógico e inteligente, trabaja
por minimizar los costos ineludibles del desarrollo, con una minería
con total responsabilidad social y ambiental, enfatizó.